Hablando de lobbies. Avecilla lleva siguiendo el rastro de uno desde los tiempos pretéritos, cuando -aún con Fraga- surgió un grupo de mujeres con altos cargos en la Xunta y del que dijeron que tenía notable influencia cerca del entonces patrón. Luego, en el Bipartito el poder de influir se concentró en alguien a quien se apodó de inmediato "La Princesa" -le llamaban así varios conselleiros, incluido Pachi- pero era diferente. Y ahora, en torno al montepío según el pájaro, renace un Women Power. Uyuyuy.

Sí, sí, lo componen varias directoras xerais y -al menos- una conselleira. Hay quien -eso sí, en el lado masculino, aunque no parece cosa de machismo sino de rivalidad-, le llaman el tea party. Aunque hay otros que dan más pistas y que repiten una coplilla antigua, algo así como "tres eran tres ...". Porque -casualmente, por supuesto- hay varias poncias que ocupan altos cargos en la Consellería de Facenda. Donde los recortes se notan menos que en otras. Ojito...

Vale, vale, a estas alturas ya habrá varios/as haciendo gestos y repitiendo la habitual cognita de Marconi y sus inventos, pero en las alturas de la corte todo quisque sabe que esto que narra avecilla, uno) va a misa; dos) que, además, lo del poder no hace sino aumentar; tres) hasta un conselleiro poderoso y con tropa propia -¿eh?- se quejó, en privado, de los cambios en partidas concretas que se le restan a su cartera, parece que para ir a otras, todas áreas del dicho Women Power. Jo.

Mientras tanto, el pájaro insiste en aconsejar que os fijéis en la casa soeciata, donde Pachi ejecuta con maestría la "estrategia de Penélope", tejiendo durante el día el hilo de las primarias y volviéndolo al ovillo por las noches. Con el retraso a setiembre gana más tiempo para aburrir a sus rivales y de ese modo tentarles a que tiren la toalla, lo dejen solo en el escenario y alabí. Por cierto: sus zapadores ya insisten en que sólo se trata de la secretaría xeral, y que lo de la candidatura a la Xunta no toca ahora. ¿Capisci?