Nunca se deja de aprender. Si alguna vez tiene usted un problema porque se le ponen nerviosos los inversores árabes por la reducción de primas a las energías renovables, sólo tiene que llamar a la aristócrata alemana Corinna y asunto resuelto. Con la experiencia que dan los conocimientos trabados en la asistencia a dos carreras de Fórmula 1 en Abu Dabi es capaz de llevar a cabo gestiones delicadas. Hasta hace unos días -yo, por lo menos- no tenía idea de sosegar jeques.

Hace nada, cuando entrábamos en un banco a depositar nuestros ahorros, creíamos que dejábamos nuestro dinero en lugar seguro, protegido contra los ladrones e incluso contra los banqueros, porque había cantidades importantes garantizadas. Decir lo contrario era tabú porque el sistema está a favor de las imposiciones de los ahorradores como está en contra del incesto. Ahora ya sabemos que el sistema no respeta ni a su madre si hay que salvar a los millonarios rusos. A los ahorradores chipriotas que tengan entre 20.000 y 100.000 euros les van a cobrar una tasa del 6,75% para no espantar ni empobrecer a los magnates que habían guardado su dinero en Nicosia.

Sabíamos que los bancos son el corazón del sistema circulatorio del dinero, pero no que pueden estar hipertrofiados, como en el caso de Chipre, e infartar. También ignorábamos que los millonarios rusos que obtenían sus fortunas en negro, muchas veces por actividades mafiosas y todas estafando a sus compatriotas, lavaban su dinero en Chipre.

Ahora el greco chipriota que haya ahorrado unos euros honradamente pagará por el error que cometió su banco y para que un delincuente ruso no pierda el dinero que tanto le costó blanquear.

En dos días hemos pasado de "nunca" a "anteanoche, sí", "esta mañana, no" y "ahora mismo, sí, otra vez". Como sabemos gracias a Corinna, nunca te acostarás sin saber una cosa más.