El día trece del tercer mes del año trece de los dos mil años de la era de Cristo (13.3.2013) ha sido elegido tras un corto cónclave el nuevo papa, que hace el número 262. ¡En algunos momentos de la historia el interregno llegó a durar hasta dos años!. Se trata de un papa innovador en muchos aspectos: primer papa que no procede de Europa, primero en cambiar la estética de la imagen papal no aceptando la esclavina y los zapatos rojos, y primero que tomó el nombre del poverello de Asís, y que habló al pueblo romano como nuevo obispo, sin mencionar su cargo de papa. Se le considera el primer papa jesuita, aunque ya el papa Gregorio XV (siglo XVII) pertenecía a la Compañía de Jesús, que fue disuelta en el año 1773 por Clemente XIV (por insistencia de los Borbones). Según la profecía de San Malaquías, -benedictino cisterciense irlandés del siglo XII-, el Papa Francisco sería también el último papa de la cristiandad, referido en la profecía como Petrus Romanus. Llama la atención el nombre de Pedro, para finalizar la larga lista de los papas, especialmente porque según la antigua, pero no escrita regla del colegio cardenalicio, ningún seguidor del primer papa deberá tomar su nombre.

Entre los papas de la historia de la cristiandad hubo franciscanos, dominicos, benedictinos, un cartujo y ermitaños. En el origen social predominaban hijos y sobrinos de la alta aristocracia, procedentes de familias como Orsini, Segni, Visconti, Farnese, Médici, Conti pero también había un hijo de zapatero (Urbano IV, siglo XIII), de carpintero (Adrián VI, siglo XVI), de médico rural (Clemente XIV, siglo XVIII), de trabajador temporero del campo (Albino Luciani, Juan Pablo I), y de militar (Karol Wojtyla, Juan Pablo II). El Papa Francisco, acorde con los tiempos, procede de una familia de emigrantes italianos y es hijo de ferroviario.

Según una larga tradición, se prefería elegir papa entre los candidatos italianos, intentando evitar a los extranjeros. Sin embargo, hubo un papa inglés (Adrián IV, siglo XII), varios franceses, un portugués (Juan XXI), un holandés (Adrián VI), dos españoles (Alejandro VI y Calixto III, ambos Borgia), un polaco (Juan Pablo II) y un alemán (Benedicto XVI). Durante el gran cisma de Occidente (1378- 1417) que dividió Europa, uno de los antipapas fue español: Benedicto XIII, llamado el papa Luna. Según las profecías del francés Nostradamus (siglo XVI) la Iglesia del siglo XXI se dirigirá hacia el Nuevo Mundo y de allí viene el nuevo papa.

La mayoría de los papas elegidos fueron reconocidos teólogos y especialistas en derecho canónigo. A lo largo de la historia, muchos reformaron la curia vaticana y el gobierno de las finanzas, con suerte variada. Ahora empieza el pontificado de un titulado en ingeniería química, que también ha sido profesor de filosofía y literatura. ¿Le ayudará su formación a realizar las reformas necesarias o actualizar el estado de Vaticano y la Iglesia católica?

En los primeros siglos de cristiandad hubo casi tantas madres, como padres de la Iglesia, pero sus nombres fueron borrados de los libros medievales. En la historia de la Iglesia hubo mujeres lúcidas cuya opinión influía notablemente en las decisiones y acciones de los papas. Tal fue el caso de Santa Hildegarda de Bingen (siglo XII), Santa Brígida de Suecia y Santa Catalina de Siena (ambas en el siglo XIV)? ¿Qué rol estará destinado a las mujeres en la Iglesia moderna?

El pueblo de Roma, al que se dirigió el papa tras su elección, es tradicionalmente un pueblo rebelde. En múltiples ocasiones a los papas los hizo prisioneros o los echó de la Ciudad Eterna. Conocedor de ello, el papa Francisco posiblemente en un intento de congraciarse, se refería a si mismo como el obispo de Roma. Mejor que sea así?, pero en la Plaza de San Pedro quizás se habían congregado más extranjeros que romanos.

Muchos papas se han visto envueltos en los conflictos bélicos e internacionales, y tomaron posiciones en la política. A lo largo del siglo XX ha habido papas que se han considerado profascistas (Pío XII), antifascista y anticomunista (Pío XI) y un papa cuya influencia cambió el orden político de Europa establecido por las divisiones de Stalin (Juan Pablo II). Ahora hay nuevos objetivos y misiones y el nuevo papa tendrá que estar en primera línea de acción.

A pesar de que varios franciscanos se sentaron en el trono de San Pedro, ¡que difícil fue poner en práctica el voto de pobreza una vez elegido el papa! Algunos lo intentaron, pero la mayoría sucumbió a las tentaciones del poder. Entre los más persistentes en la idea de socorrer a los pobres fue Albino Luciani, el efímero Juan Pablo I. Siendo patriarca de Venecia subastó muchos objetos valiosos, como por ejemplo el báculo de Pío XII decorado con piedras preciosas, con destino a los necesitados. También propuso que las iglesias ricas de Occidente destinasen parte de sus beneficios a las iglesias pobres del Tercer Mundo. Inauguró así un nuevo estilo papal: humilde y comunicativo. Quizás por eso se cumplió en él la profecía de Nostradamus.

Muchas profecías antiquísimas hablan del fin del mundo, o al menos del fin de nuestra civilización. Aunque acabamos de sobrevivir una de ellas, no debiéramos sentirnos triunfantes. Las causas profetizadas por San Malaquías Y Nostradamua son de origen económico y religioso: sobrepoblación mundial, excesiva explotación de recursos naturales, cambio climático que causaría la inundación de los campos de arroz en las zonas más pobladas de la Tierra, hambre y guerra nuclear y biológica. Hay que confiar en que el nuevo papa pueda aprobar y promover el uso de los anticonceptivos, como una estrategia contra la pobreza, especialmente en las regiones de expansión del catolicismo, como son América Latina, Asia y África.

Por el bien de la Humanidad, deben vencer las soluciones inteligentes para que no se cumplan las profecías apocalípticas y que el Papa Francisco tenga un gran papel positivo en conseguirlo. Si fuese posible, que sea el primero en conseguir combatir la eterna plaga bíblica, que a veces ha sido idealizada por los santos como modelo de vida: la pobreza.