En la emocionante película de Tim Burton "Big fish" se cuenta una curiosa historia: un niño recibe la visita de un cuervo que le anuncia que su padre va a morir al día siguiente, pero no puede decírselo. Prohibido revelarlo. El niño pasa el peor día de su vida esperando a que su padre regrese, sin saber si el anuncio es real o no, y cuando llega, va aliviado a contarle a su madre que ha pasado un día terrible. La madre responde que peor ha sido el suyo, porque el lechero murió en el porche de la casa. Ese día, el niño supo quién era su verdadero padre.

El talento puede facilitar las cosas, pero es la tenacidad y el esfuerzo lo que las hace accesibles.

Los errores nos eligen. Estaría bien creerlo para quitar presión a nuestras decisiones.

"No se meta en los sueños de los demás salvo que esté dispuesto a pagar el precio de esa intrusión", dice un personaje de la película "California", de John Farrow. A veces el precio puede llegar a ser excesivo.

Sabes que ha llegado un fin de ciclo cuando te da igual que sea así.

Si quieres caer bien a todo el mundo, es aconsejable que no quites la máscara a nadie.

Tener un teléfono inteligente no impide que algunos dueños sean tontos.

Hay gente tan preocupada por la basura ajena que se olvida de sacar fuera de casa la propia. Y apestan.

Los que tienen una opinión sobre todo no tienen ni idea de nada.

¿Es mejor tener cerca a personas exfoliantes o suavizantes?

Los buenos profesionales nunca hacen alardes. No lo necesitan y les aburre.

Con la cantidad de problemas que vienen solos y aún hay masoquistas que salen en busca de más...

Las grandes decisiones suelen tomarse después de monumentales decepciones.

Si coges un coche sin dirección asistida tras años de comodidad el volante parece estar hecho de piedra. Así ocurre con algunos recuerdos si intentas removerlos.