Los responsables del balonmano español no dejan de quejarse de la situación de este deporte y del descenso de aficionados. La verdad es que a veces cuesta creer que se esfuercen en revertir esa situación. A los hechos nos remitimos, o más bien a los horarios. Si no fuese suficiente con lo de jugar una semana un miércoles, en la siguiente el sábado y en la próxima vaya usted a saber, ahora llega lo del parón de Semana Santa. Parón que no será tal porque durante las vacaciones la competición sigue adelante durante el Sábado Santo. El descanso será el siguiente fin de semana, cuando ya el resto de mortales hayan regresado de su descanso. Sin palabras.