Uyuyuy: dice avecilla que en el Pepedegá ya se van dando cuenta -después de mucho preguntar y sondear- de que lo del medallazo contra Gayoso, en Vigo, es un tiro que les está saliendo por la culata y causando roces en el lado opuesto a donde la espalda pierde su casto nombre. De ahí que diesen orden a sus amigos para iniciar una campaña de loas al hasta ahora oficialmente maldito que, en su día, servirán de prueba en el expediente -ya discretamente iniciado- para el derribo de Chema. Ojito.

(Veréis: no hay que ser ningún lince para darse cuenta de que cuando el asunto reviente -que reventará, porque en la ciudad olívica el más tonto hace relojes y ya hace tiempo que la gente no traga con ruedas de molino- y se acerquen las elecciones, el medallazo se lo van a imputar al presidente local del Pepé, cuyas aspiraciones a ser alcaldable tienen ya sitio en el Museo de Castrelos. En el Bloque da igual, porque su exlíder está de corpore insepulto. ¿Eh?)

La estrategia ahora consiste en darle caña a los políticos -casi todos ya con preingreso en la cofradía de los fieles difuntos- que firmaron la retirada del galardón y reconocer al fin que lo de la fusión fue un desastre colectivo. Lo curioso del asunto es que las plañideras eluden recordar que esos políticos cargan contra quien desde su alta posición en Caixanova se opuso y ordenó una auditoría seria que demostraba el disparate de la operación y la envió a Santiago. ¿La harán secreta...?

Anacleto, que también asiste estupefacto al espectáculo -que podría titularse algo así como "Más vale tarde que nunca"- tiene alguna sospecha más. Y es que cuando ve cómo el Orfeón Arteixán, al servicio del lobby, recoge críticas -en el sur, eso sí- al medallazo, que ya hay que echarle bemoles, no puede evitar el pensamiento de que quizá lo hagan pensando en JLM, al que dejaron tirado como un trapo. El agente no cree que sea la conciencia, porque sabe que no tienen, pero algún tipo de trampa, hay ahí ¿Capisci...?