Avecilla tiene algún dato más sobre esos sondeos que nadie reconoce pero existen. Y resulta que confirman que, a día de hoy, el Pepé perdería la mayoría absoluta en las ciudades en las que la tiene -con la posible excepción de A Coruña- y baja también en las que -incluyendo villas medias- era la lista más votada, por ejemplo en Vigo. Lo cual tiene en alerta -roja, claro- incluso a los que dicen que todo es un invento pero que saben que la cosa pinta horrible. Y peor cuando lleguen más recortes. Uf.

Sí, sí, es verdad que desde la Xunta juraron sobre la Biblia que se había terminado la era de la motosierra, pero onte mesmo le llegó a avecilla el rumor según el cual podría producirse no una supresión pero sí un recortazo de la paga extra de verano para los funcionarios y empleados públicos. Hay quien habla ya de un cuarenta por ciento, pero podría ser solo una maledicencia del rojerío para aumentar la crispación, que es ya de caralho de mico, y provocar infartos. O así. Yes.

(Y es que, sabedlo, desde el estado mayor platafórmico -que lo hay, y con gente muy experimentada en agitar la calle- se elabora una estrategia que, muy resumida, consiste en no darle un segundo de respiro al Pepé hasta las próximas elecciones, sean cuando sean. Incluyendo las europeas, de las que ya habló Anacleto y en las que el montepío piensa usar pocos cartuchos. La orden, aún no escrita, dice algo así como que no conviene gastar en salvas la poca pólvora que hay. ¿Eh?)

Otra cosa, para rematar por hoxe. Se ha oído otra vez en círculos patronales galaicos un susurro que parece de sables -en sentido figurado, claro- al desenvainarse. En esta ocasión no responderían tanto a otro intento de golpe cuanto al deseo de que, esté quien esté al frente del tenderete, se le dé un tajo a los hilos que lo sujetan a la Xunta. Y no solo a esta, sino a todas las demás anteriores desde que se produjo el relevo en la cúpula y los que entraron entonces hubieron de hacer frente a un agujero negro. O sea, cósmico. ¿Capisci...?