Un momento de reflexión para el caso de Marina Atlántica que abandona la concesión sobre la lámina de agua en Massó. Fue una batalla que ganó la crisis, más que el echarse a la calle. Fue necesaria la crisis para convencer a los que presumían de dinero y de algo más que estaban desquiciando a un pueblo, sembrando enemistades y heridas que tardarán en curarse. Y no sabemos el motivo por el que la Autoridad Portuaria no actuó antes de oficio y le arrebató la concesión, antes de que el administrador concursal desistiera de la misma. Si en vez de una empresa fuese mengano o citano ya estaría embargado todo, con los policías a la puerta.