Los 80 tacos de Solveira

Vuelvo de la comida que en "petit comité" y como intruso en ambiente de devotos de la música clásica gocé en el restaurante Barbantes con los de agitación y propaganda de la Sociedad Filarmónica de Vigo. Eso ya lo contaré mañana pero hoy no me resisto a hablaros de los 80 años que cumple el sábado el artista Pedro Solveira. Ese día estaremos unos cuantos bebiéndole el vino en su casa de Urzáiz porque cumple 80 tacos martillo en mano, buriles y cinceles primorosos, rodeado de los suyos. Me comentaba: "Mira Fernando, toda la vida dando bandazos, casi sin saber que pintas en este mundo, pero hoy, por fin me encontré a mí mismo. Fue al salir de la ducha, me miré en el espejo y ?¡coño, soy yo! ¿Esperar 80 años para esto?". Ahora Pedro quiere cambiar el santoral para instituir el 29 de junio, en vez de San Pedro y San Pablo, San Pedro Solveira, artista y mártir. Y ahí sigue, rompiendo el plano, vaciando el soporte, acuchillando el espacio a golpes de formón, a llamaradas de soplete, con la vitalidad de un adolescente, en una obra de gran formato en su estudio de A Guarda aunque viva en Vigo. Felicidades, chaval.

Todas son voces femeninas

Lo de Solveira será al mediodía pero en la noche sabatina se me presenta una disyuntiva. En la taquilla de Novacaixa me dejará Yago González entrada para ver a las diez y media el exquisito espectáculo Voces Femeninas, pero en la taquilla de La Iguana me va a dejar la bella Sarah-Jane Burke otras para oír a igual hora a The Marveltons con su voz femenina Miriam Rodríguez, en medio de una "soul party". Como todavía no tengo el don de la ubicuidad voy a saltar de uno a otro al galope, y a lo mejor hasta me da tiempo para encontrar un amor o algo así entretanto, cuando descabalgue sobre la barra o entre las butacas de Novacaixa. Dios me ayude.

En el altar de la gula

El martes, de anochecida, me fui a la bodeguilla "underground" del Vazey a ver cómo el empresario José Luis Cantero, heredero de Carmiña la de "El Mosquito", oficiaba como Sumo Sacerdote de la Gula en el altar de sacrificios de la catacumba. Sin separarse ni muerto de su Marqués de Murrieta (nosotros de un cava Roger Goulart), José Luis nos preparó una cata variada de gulas Illa Nova, su factoría de Tui, una de las siete de su género en España, de las que tres son gallegas. En un plato, con pimientos del piquillo, en otro, con lechuga, frías en los dos y regaditas con aceite de oliva virgen extra en rama "La Chinata". En otros dos platos, en revuelto y al ajillo tras pasarlas por la sartén. Las angulas están imposibles, son el pasado; las gulas, aunque sean surimi, son el futuro y a fe que el sacerdote gulero José Luis Cantero predicó bien su producto ante Carlos Aldao, Manuel y Pedro Marín y el oleotecario del barrio y pintor Miro Carballo.

Y Toñi Vicente volvió a Vigo

Y hoy, cariños, inaugura Toñi Vicente, con su propio nombre, lo que era antes el Puesto Piloto. Ya, por fin, en Vigo.