Antes de ganar las elecciones de 2009, durante una de tantas ocasiones en las que los dirigentes del PPdG nos aparecían en los actos organizados por Galicia Bilingüe, el entonces candidato, señor Feijóo, me comentó, no sé si en broma o en serio: " A ver cuando me enseñas inglés". Mis alumnos de Bachillerato saben que procuro deslizar entre gramática y conversación, aspectos que relacionan el idioma con la cultura y el carácter de los pueblos que lo hablan; así les hago reflexionar, por ejemplo, sobre la existencia de abundantes términos en inglés que expresan el concepto de soledad y cómo se reflejan en la literatura de EE UU, o les advierto de que algunas palabras para nosotros livianas, son para los británicos un tabú o tienen connotaciones extremas.

Si tuviera que enseñarle inglés al señor Feijóo y, por acercar la enseñanza a las circunstancias del personaje, me centraría en la palabra lie, dada la importancia que en la política de los países sajones se le da a este concepto. Cuando Bush padre aceptó su nominación en la convención republicana del 98, realizó una afirmación que le costaría su carrera política. Read my lips: no new taxes, es decir, lea(n) mis labios: no habrá nuevos impuestos. Una vez en el poder, Bush no creó nuevos impuestos, pero subió los ya existentes, algo que también se había comprometido a no hacer, y así, esa frase simbólica se convirtió en un mantra en boca de sus contrincantes y volvió imposible su reelección. Feijóo también faltó a la verdad cuando prometió libertad lingüística. De poco sirve el empeño de la Xunta en ocultar la realidad, y el de los equipos de marketing del presidente en recomendarle que diga ahora que defiende una Galicia Bilingüe. Los ciudadanos vemos que para la Xunta solo hay una lengua, los padres sabemos que no hemos podido elegir nada en la educación de nuestros hijos, y un seguimiento del DOG nos muestra las subvenciones condicionadas al uso de una lengua para cualquier actividad empresarial, asociativa o de formación.

Las ayudas al mundo de la cultura están cerradas a los creadores en español y quienes conocemos los entresijos del asunto también sabemos de otras cuestiones, desde los planes de la Xunta para erradicar cualquier topónimo en español del nombre de una finca o de una empresa, hasta la negativa a entregarnos los datos que guardan sobre la lengua materna en infantil, porque saben que con ellos podríamos demostrar que permitir elegir el idioma en la enseñanza resultaría muy sencillo en Galicia, dada la distribución del idioma por zona. Pero tal vez lo más desagradable han sido las denuncias que nos hemos visto obligados a presentar para intentar acabar con el adoctrinamiento en la enseñanza. La última fue admitida por un juez, tras la pasividad de la Xunta, que no parece concederle importancia, por ejemplo, a que un instituto haga constar por escrito que su equipo de normalización colabora con un centro radical en donde se exhiben fotos de presos de grupos violentos. Bush se vio empujado a faltar a su palabra ante el déficit presupuestario provocado por una repentina recesión. En el caso de Feijóo, la disculpa esgrimida suele ser que los nacionalistas le montaron 4 manifestaciones.

Si desde GB se protesta nos responden que quieren tranquilidad, que procuran no soliviantar a los nacionalistas. También se nos dice que con la crisis, a la gente eso ya no le importa, por lo que no tendrá coste electoral alguno. En los países sajones se ven las cosas de una manera diferente, no se centran en el incidente sino en el principio y en la dignidad del votante que no consiente ser traicionado. El argumento utilizado contra Bush fue que su mentira mostraba su untrustworthiness, es decir, que no era una persona de fiar o, aplicando el refrán: que quien hace un cesto hace un ciento. Por mi parte, en esta campaña me he propuesto asistir a los mítines de los partidos con posibilidades de obtener representación; el sábado fui a escuchar a Mario Conde y seguiré con todos los demás. También iré a los de partidos que no defienden las propuestas de GB, y lo haré con respeto e interés, siempre se aprende algo. En el mitin del PPdG, estaré lo más cerca que se me permita del señor Feijóo. Allí le regalaré una primera clase de inglés; no podrá escucharme, pero en la distancia le diré "Read my lips: no more lies".

*Presidente de Galicia Bilingüe