- Atenta la tropa: según avecilla, en la Xunta empieza ya a notarse algo más que impaciencia por las actitudes de un par de departamentos del gobierno del Lord Mariano. Uno, el de Industria, con doble motivo: la falta de empuje para sacar adelante lo de las tax leases del naval y otro por el asunto de las eólicas, que hay ya quienes, en el montepío, aseguran con ironía que está dando vueltas por los cerros no de Úbeda, sino de Soria. Uf.

- Tampoco con Economía hay precisamente satisfacción. El hecho de que el gobernador Ordóñez siga en el Banco de España manda caralho en Santiago, y encima el ministro no mueve ni un dedo para echar una mano a O Noso Presidente en su búsqueda de salidas razonables para que NGB pueda subsistir. Lo que hace sospechar que el engaño de MAFO no fue solo de él, sino de algún otro camuflado. Jo.

- La situación general ya provoca alguna que otra deducción provisional. Sobre lo de las citadas eólicas, sin ir más lejos, hay ya quien piensa aquí que fue un error hacer unas bases que permitían presentarse al concurso a los habitantes del reino de Liliput en vez de estimular a los Gulliver, ya me entendéis. Y puede que el reparto de los megas de los que renunciaron se haga de otra manera.

- La impresión reinante en la corte es que, uno) O Noso Presidente quiere que todo Zeus se ponga las pilas; dos) que se resalte -sutilmente- el contraste entre la poda que anuncia Madrid y lo que va a hacer la Xunta, que empezó antes; tres) que la que queda aquí será sobre todo estructural, y cuatro) se evitará más castigo sobre el contribuyente activo. Por si las urnas, que -como ya sabéis- las carga el diablo. ¿Capisci?