Los de las letras áureas

Volvimos ayer al Vintage de Aida y Luis Rato en Playa América, y a fe mía que otra vez me sorprendió la sucesión de delicadezas que nos pusieron sobre la mesa, de cocina culta estén o no en la carta diaria. Fui allí con dos preciados varones, de esos prestos a recibir al toro de la vida a porta gayola: uno, Fernando Bartolomé Benito "el de las letras áureas", literato y experto entre otras cosas no declarables en los saberes del Siglo de Oro y que anda ahora en la ímproba tarea de recrear el Amadis de Gaula para que lo entendamos todos; el otro, Jose Mari Peláez, buen sabedor de la Historia, diestro en armas y duelos mejor a espada, ático o elegante en el saber y estar. Con ellos picoteé antes en la cercana jamonería Serrano, iluminada por presencias como la de Paco Doblas, Domingo Torrado o Urbano Rodríguez. Ya en el Vintage, nos puso Luis un Campari Americano para abrir boca, y allá le fuimos con un carpaccio de bacalao con crujiente de cebolla, unas anchos de Lolín, una tarta gourmet con queso de cabra y tomate, un pork beaf de presa ibérica ideal para embarcarse... y un Gin Tonic Aida que, siendo semipremiun, era bendito como lo anterior. Se habló de toros, del poeta Antonio Villalón, de los vinos de la Toscana, del cantaor Porrina de Badajoz, de cómo las viudas reflotan de belleza... y acabamos de pie oyendo el himno portugués por boca del superluso Rato.

Casco Vello, de tapas

Si escribo tulipán de gambón, sashimo de langostino, atún con sésamo, faja con pimiento de piquillo relleno... no es para haceros la boca agua sino para daros cuenta de que ya se abrió el 5º Concurso de Tapas Casco Vello, con 18 locales cada uno de los cuales se ha comprometido a ofrecer una tapa con la consumición a no más de 1,5 euros. O sea que podéis tener una razón más para pasearos el barrio. Ya han pasado cinco años desde que comenzó tal iniciativa y dicen amigos hosteleros que se ha sentido su efecto persuasorio.

Ahí por la Rúa Direita

Hace tiempo que no coincide uno con el amigo Amandio, el del restaurante de su mismo nombre en esa hermosa calle antigua que es la Rúa Direita de Caminha. Amandio es en Portugal un patriota luso como Luis Rato "Vintage" lo es en Playa América, pero el de Caminha lo traduce en una actitud militante con la difusión de los vinos portugueses. La última vez que estuve en su restaurante hube de dormir en su tierra por causa de los caldos probados. Hace unos días pasó por Vigo sin ser visto pero quedó su rastro: ¡qué vinazos dejó!

Kamerer, el suizo de Hío

Y Bruno Kamerer salió ya para Suiza tras pasar medio verano en su tierra adoptiva del Morrazo, en ese Hío donde cultiva con sus propias manos un vino "da terra". Nos vimos en Salvaterra a la caída de agosto, cuando fui a pregonar su Festa do Viño do Condado de la que él había sido antes pregonero. No me olvido de aquella comida en el Salmón de Vigo (c/ Faisán) en la que llevó a Pepe Álvarez, su dueño y buen husmeador de vinos, un St. Saphorin "Les Blassinges", de las orillas de Lemann, y un "Pinot Noir" del mítico Pierre Luc Leyvaz.

Los guatequeros

Atentos a estos varones, maduros pero resultones, que posan para nosotros en su 32 Bacanal culinaria en el restaurante Casa Moncho de Vigo. Treinta y dos años reuniéndose por un nexo común de sus años adolescentes: eran organizadores de esos célebres guateques de La Florida en los 60 y 70 que se hicieron leyenda urbana y en que algunos que empezáis a peinar canas vivisteis vuestras primeras intentonas amorosas. De la otra movida.