Había solazo pero en una calle de Bouzas llovía

Como vivimos tiempos pluscuamperfectos y extraordinariamente importantes, algún despistado debió creer que era un fenómeno paranormal, pero se supone que es lo último de lo último en jardinería y confort medioambiental.

Reformada la calle Paulino Freire, en Bouzas, instalaron esas jardineras a media altura cuyos postes sirven también para evitar que los coches estacionen en la acera y que están dotadas de un sistema automático de riego para evitar que lo tengan que hacer los de la contrata con cubo y escalera o con regaderas los vecinos de los primeros pisos de las casas próximas.

Y ayer, a eso de mediodía, los mecanismos largaban agua que era un gusto, provocando una lluvia sobre la acera que agradecían los más calurosos y ponía a los demás pies en polvorosa. P’a mi que deberían patentarlo.

A ver, oye, lo que el alcalde y santiDo tardan en recibirles

La nueva comisión pemanente de la federación vecinal solicitó entrevistas con responsables de las diferentes administraciones, desde la Subdelegación del Gobierno hasta la Autoridad Portuaria pasando por el Concello, la Diputación y la Xunta.

A ver lo que tardan Caballero y santiDosio en recibirlos... Por separado

Y si no hay árboles, valen las macetas para tapar señales

Vale que haya mogollón de señales de tráfico y semáforos ocultos por el follaje de árboles plantados delante, pero el colmo es que los tapen también las macetas a media altura que cuelgan de algunas farolas.

Sin ir más lejos, en la calle Blein Budiño, a sólo unos pasitos del Concello y muy utilizada por los municipales.

javiermosquera@farodevigo.es