Uno de los elementos más llamativos de la actual política del PSdeG-PSOE es el retorno a lo que hace algún tiempo denominó su actual líder, Manuel Pachi Vázquez, como “democracia demoscópica”. Se refería, aunque entonces en tono crítico, al papel de las encuestas como elemento activo en la gestión de gobierno, sobre todo del de Pérez Touriño.

Es un secreto a voces que Vázquez criticó, aunque durante su estancia en el Bipartito de modo discreto, el interés del gabinete del entonces presidente en los sondeos. Y su disconformidad fue pública tras el 1/M, cuando no ocultó su descontento con el trabajo del gabinete que, bajo la dirección de José Manuel Rivera, Petene, se encargó de esa tarea.

(Es un secreto a voces, también, que en plena campaña electoral del 1/M, José Blanco impuso un cambio en la estrategia que hasta entonces, y con Rivera, mantenía Presidencia. Pero era tarde, lo que después reconoció el propio Emilio Pérez Touriño, que en verano de 2008 había descartado la sugerencia de Blanco de adelantar los comicios autonómicos.

No se fían

El problema , y es también un secreto a voces, es que buena parte de los referentes del PSdeG-PSOE no se fía de los resultados de las encuestas que anuncia Pachi Vázquez. Especialmente de las que apuntan a que los socialistas lograrían las presidencias de las cuatro Diputaciones.

Las dudas se centran en la reconocida falta de datos de los sondeos en la ciudad de Pontevedra, decisiva para lograr el gobierno provincial aún en el supuesto de que se cumplieran los pronósticos de alza en Vigo para Abel Caballero. En la capital pontevedresa, el papel del PSdeG, con Teresa Casal como portavoz municipal, es irrelevante.

La situación en Ourense es parecida. La irrupción como protagonista de José Manuel Baltar ha significado una reactivación notable en algunos puntos de la provincia para el PP, y la campaña de afiliación llevada a cabo por el nuevo presidente provincial ha tenido un efecto apreciable.

La coartada

Un secreto a voces es también la opinión de algunos dirigentes socialistas, críticos con Manuel Vázquez, en el sentido de que el retorno a las encuestas como instrumento de política activa es, en el fondo, una coartada del secretario general para frenar el deterioro de su liderazgo a base de supuestas perspectivas favorables sobre todo en las ciudades.

Entre los nombres que se apuntan como integrantes de esa corriente crítica estarían -aunque todos lo niegan- desde el portavoz parlamentario Xaquín Fernández Leiceaga hasta la número tres del Partido, Mar Barcón, y desde luego otros diputados “touriñistas” como Rego. Pablo López o María José Caride.

La rumorología, muy intensa en estas semanas sobre aspectos internos del socialismo gallego, insiste en que varias de las corrientes internas del PSdeG tienen por amortizado al secretario general del partido, aunque -aparte el de José Blanco-, no hay nombres destacados como relevo, aunque suenen los de Louro o Sánchez Bugallo.

Más crisis

Otro secreto a voces es el que se refiere a la creciente inquietud en sectores empresariales por una agudización posible de la crisis. En especial a raíz del anuncio de Núñez Feijóo de un recorte presupuestario importante.

La patronal, como una parte creciente cada vez más alejada de las tesis del presidente de la CEG Antonio Fontenla, teme que el recorte vaya hacia las ayudas a empresas, lo que significaría más problemas.

A ver.