Cada vez que sopla un poquito, van y cierran la ETEA

Cada vez que venta un chisco cierran la ETEA por razones de seguridad. Y por lo visto, la culpa es de un par de árboles muy viejos y que hace ocho años que no podan. Temen que se desprenda alguna rama, como ya pasó, y pueda hacer diana en algún visitante.

La solución pasa por algo tan sencillo como que el Concello ordene el desmoche en cuestión, pedido en varias ocasiones por los de Marinetea, pero la excusa desde la Casa Grande es que ese espacio aún no está asignado a la contrata. A lo mejor están esperando que alguien se quede pajarito para tomar medidas.

Y el momento parece oportuno, pues andan de poda en la Avenida de la Marina. ¡Ah...! Y si entran, que escamonden también las cinco plataneras que hay en el recinto, que lo piden a gritos.

El cartelón tumbó por el temporal y sigue destartalao

Lo de Mellorando o Futuro está por los suelos. El cartelón anunciando por todo lo alto obritas en la avenida Castelao finalizadas hace meses, tumbó durante la ciclogénesis explosiva pese a su cachobase de hormigón y ahí seguía aún ayer, tumbado, destartalado y convertido en un riesgo para los ciudadanos.

De un radar móvil correctamente mal aparcado...

Aviso a los navegantes: En la Gran Vía, según se sube desde As Travesas y a la altura del 165, permanece por las noches, correctamente mal aparcado en un vado el radar móvil de la Policía Local para retratar a quienes se pasan con el acelerador.

Como según el camarada Calviño el tal vehículo tiene efecto disuasorio y no recaudatorio, quienes no quieran pasar por caja que respeten las limitaciones. T’ais avisaos.

javiermosquera@farodevigo.es