¿Y si adecentaran treinta metritos más de acera?

Hoy, cositas de andar por casa, que son las que preocupan al personal, que para castillos en el aire y animar el cotarro creando problemas donde no los hay ya están ahí los que mandan.

Y para andar, oye, nada mejor que unas aceras decentes. Y si no, que se lo digan a los vecinos de la calle Julián Estévez, esquinando con Sanjurjo Badía.

No más de treinta metros de indecencia revestida de cemento que se pueden quedar así si alguien, con mando en plaza, no tiene el sentido común de prolongar la obra. Y es que con el cristo ya montado sólo es cuestión de un poco de hormigón más y medio palé de losetas de granito del país para rematar la faena y dejar al personal en-can-ta-do.

Es como si el muro tuviera ganas de desparramarse...

También para andar, pero con tranquilidad, que alguien de La Casa Grande, con mando, se marque una bajada por el Camiño de Barciela, aunque sea motorizado. Y que a la altura de lo de las jasiosas, más o menos, verifique el estado de un muro, que es como si quisiera desparramarse.

No vaya a ser que con tanta agua, volvamos a salir en los telediarios...

Eso de vallar y cortar las calles y luego no mover una pala...

Lo que cabrea no son las obras al mismo tiempo, que también, porque parece que le dieron barra libre a demolition man. Lo que pone de los nerviosss es que se vallen y corten calles en plan previo, para dar sensación de eficacia y mientras se prepara la cosa. Y luego que pasen los días, con sus fines de semana y todo, y en las supuestas zonas en obras no se mueva una pala. O se mueva poquito, haciendo como que se hace...

javiermosquera@farodevigo.es