Algunos de los tres o cuatro lectores que, cada sábado, me siguen a través de estas líneas me ha hecho llegar su preocupación por las predicciones sobre el escenario económico para el próximo año. Consideran pesimistas las cifras que he venido vaticinando. Pues la verdad es que no saben cuanto lo siento, ya que en mi ánimo no tengo intención de desmotivar a la «peña». Todo lo contrario, la motivación positiva es una de las herramientas que explico y hago practicar a mis alumnos en los trainings que vengo impartiendo de Dirección y Liderazgo. Lo que sinceramente ocurre es que esos datos obcecados, graníticos e insomnes que les proporciono son producto de la observación de la realidad. Díganme, ¿es que ustedes no padecen esta sensación de cuesta abajo en su vida diaria? ¿No ven y leen los informativos? ¿No se dan cuenta de que cada día aparece un marrón económico nuevo? De los últimos, el más sonado ha sido la estafa de Maddof por un importe de 37.500 millones de euros (sí, han leído bien la cifra), que implica a muchos ahorradores, entre ellos algunos españoles, clientes del Santander, BBV,A Caja Madrid, etcétera, por importe de 3.300 millones.

Hoy, gratuitamente, como es habitual, les voy a dar tres recomendaciones acerca de lo que no hay que hacer para que no pierdan los pocos ahorros que todavía conservan.

No sigan las sugerencias de analistas y gurús cuando les digan dónde tienen que invertir su dinero. La realidad es que ¡no tienen ni idea! Ignoran, inventan, yerran y mienten. La prueba es que si supieran predecir el futuro, serían los primeros en convertirse en millonarios y no trabajarían de analistas asalariados en despachos mediocres, sino que estarían en el Caribe con avión y barco privado.

No se les ocurra colocar sus ahorros en fondos de inversión "raros y sofisticados". Incluso, aunque se lo recomiende su banco o caja. Si lo hacen, nunca sabrán ustedes dónde tienen su dinero invertido, y se pueden encontrar con una considerable merma en su patrimonio.

Cuidado con los chiringuitos financieros que ofrecen milagrosas ganancias a través de tipos de interés por encima del mercado (hasta 10%). Sobre todo, tras ver los fallos de control que están teniendo las autoridades supervisoras (B de E, CNMV, SEC) y las compañías de auditoría. No se fíen.

Claro, me preguntarán, entonces ¿en qué invierto los pocos ahorros que tengo? Pues, aunque los tipos de interés son muy bajos e irán descendiendo, les aconsejo que piensen en imposición a plazo fijo, en letras del tesoro y, si no necesitan los ahorros en un período de dos a tres años, tomen la decisión de comprar acciones de cualquiera de las siete primeras empresas (por capitalización) del Ibex. Obtendrán una rentabilidad por dividendo de hasta el 8% y verán revalorizada en un 50% su inversión en ese período.

Pero, lo que yo les sugiero encarecidamente es que inviertan sus ahorros en lo suyo. Es decir, en llevar a cabo y materializar sus ideas para hacerlas realidad. Todos tenemos o hemos tenido un sueño e iniciativa empresarial en esta vida. Es el momento de llevarlo a cabo.

Dé usted el salto adelante, arriesgue en hacer realidad su propia idea de negocio, utilice sus ahorros para trabajar para usted mismo. Las mejores empresas han tenido su origen en épocas de crisis. Si tiene una idea de negocio, por muy modesta que sea, usted es un líder.