En Galicia - ya es sabido- hay un gobierno de coalición formado por nacionalistas y socialistas que lleva cuatro años ejerciendo como tal. Cuando accedieron al poder, estaban convencidos de ser los primeros gobernantes verdaderamente democráticos en la historia de la autonomía y ,a tal efecto, escenificaron una toma de posesión singular para que quedase clara la ruptura con el tiempo pasado y con ´ a longa noite de pedra´ del predominio de la derecha caciquil. Así pues, los coaligados fueron investidos de su nueva dignidad en la plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela con música sinfónica, solos de violín y flauta, y recitales poéticos, Y ,en vez de las legiones de gaiteros que Fraga había movilizado en sus cuatro estrepitosos mandatos, la presencia de un solitario ejecutante quiso simbolizar la llegada de un tiempo nuevo, más espiritual, más austero y de mejor gusto. En aquella solemne ocasión, el presidente socialista y el vicepresidente nacionalista hicieron su entrada en la plaza caminando juntos y casi de la mano entre los aplausos de los incondicionales. Fue una ceremonia un tanto empalagosa ,si se me permite la expresión, porque el verdadero contraste entre una época y otra se hubiera hecho más patente si en vez de ese ejercicio coreográfico se limitasen los electos a tomar posesión cada uno en su despacho, que es lo usual en estos casos. ¿ Que diríamos si el gobierno autónomo de Andalucía llevase cuadros flamencos a sus tomas de `posesión; el de Cataluña , danzantes de sardanas; y el de Castilla y León, tañedores de vihuela? ¿ Y en que apuros no se vería sumido el mismo gobierno de España si tuviese que elegir entre el rico y variado folklore nacional para animar las suyas?. Por supuesto, nadie dudaba de que los coaligados no estuviesen animados de la mejor intención de funcionar coordinadamente , aunque en el reparto de las carteras ya se puso de manifiesto que cada cual pretendía lucirse por su cuenta ante el electorado, enseñando la sigla propia y tapando la ajena. Al respecto, hubo algún episodio chusco, cuando un alto cargo quiso borrar a mano unos letreros que no le gustaban y alguien llamó a la policía para impedírselo. No obstante ,mal que bien, fueron transcurriendo los cuatro años de la legislatura sin mayores abollamientos ya que el gran objetivo implícito de la coalición era demostrar al público que socialistas y nacionalistas podían gobernar juntos con tranquilidad y con eficacia. Por desgracia, ahora nos hemos encontrado con el problema de la adjudicación de los nuevos parques eólicos, competencia atribuida a un departamento regentado por BNG si bien debe contar con el asesoramiento de otros dos departamentos regentados por el PSOE. Todo el proceso previo estuvo lastrado por las sospechas de favoritismo hacia algunos de los concursantes, y la impericia administrativa retrasó la resolución final, que hubo de ser aplazada. Por si fuera poco, a última hora, los representantes del PSOE se retiraron alegando incumplimientos legales de sus socios de gobierno. A tres meses de unas elecciones , no parece un buen ejemplo. Las anteriores adjudicaciones de parques eólicos están todavía pendientes de una investigación judicial , y a estas se las ha llevado por delante el viento de la discordia.