Un síndrome quicleriano

Que me dice mi Servicio de Inteligencia que el muy noble y egregio Cuchi Quicler anda un poco triste y bajo de tono desde que lo ingresaron en el Hospital Xeral, planta 12. ¡Pardiez!, Quicler, tú y yo que hicimos la guerra liando picadura entre las balas ¿y ahora te vas dejar amilanar por un cuarto de pulmonía cogida por tu mala vida de fumador? A ver, Cuchi, erguido el ademán, posición de prevengan y ¡marcando el paso ya que tocan en la calle himnos de alegría! Tus chicas del bar Aloia de Tui, el más veterano y decano de los que conozco en la provincia, están con síndrome de abstinencia por tu culpa, los jueves. Ya sabes.

Dios existe, lo hemos visto

Quiso el azar que, como en buena mesocracia, compartiera placeres de mesa y palabra con mi afinado amigo Emilio del Río, empresario creativo que fue con Ecovigo otrora, jubilado precoz y cabalmente feliz desde hace años, musicófilo, lector ávido, agudo tertuliano siempre y teórico del golf ahora con libro propio que lo advierte. En tal goce culinario conocí a David Pena del Río, su sobrino, abogado activo en Madrid y ahora volcado en una idea que merecería atención más seria y detenida: la creación de la primera empresa capital-riesgo privada de Galicia. El tío innovó lo suyo en su tiempo y el sobrino pertenece ahora a esa savia que a Vigo como ciudad distinguió siempre por su iniciativa. Gozosa comida pues en que, menos de negocio, se habló de casi todo, literatura incluída con Javier Marías en el devocionario de tío y sobrino. Y se comió, claro, porque estábamos en Detapaencepa y Miguel Vidal haciendo las propuestas: esos vinos Lazarus (hecho por un enólogo invidente) y Mestizaje, ese carpaccio de reno con virutas de foie, esos langostinos envueltos en masa brick, ese atún rojo de almadraba, ese cochinillo delicioso... Dios existe.

De helados de fabada

Hablaba ayer del helado de queso de oveja con castaña con el que este fin de semana va a competir el heladero vigués Albano Costas "Il capriccio" en Italia. Me preguntaba yo por puro ocio ¿y habrá helados de fabada? Pues sí los hay porque desde Luanda me contesta mi caro amigo Luis Martínez, allí destinado por la CE: "Sí, porque me lo acaba de confirmar un colega de Gijón desde Bruselas. Y de almejas a la marinera, de sidra, oricios, cabrales... Véte a la heladería Islandia, en San Antonio, 4 de Gijón".

Y de amigos uruguayos

Y que los uruguayos hacen una fiestecilla el viernes en ese bar Cancillas que fue de los padres de Míchel Salgado. Y que habrá auténtico asado uruguayo y canciones como todos los viernes, con Walter César, cantor emocionado.