A mí también me encantaría escribir una biografía de la reina, pero no soy del Opus, mala suerte. La pregunta es si se puede abordar una empresa de ese tipo sin ser Pilar Urbano. Personalmente creo que sí. De hecho, si la Reina se hubiera dejado, yo habría acometido el trabajo con gusto y con curiosidad. De haber salido a la vez el libro de Urbano y el mío, la gente podría comparar. Como ejercicio estilístico, no tendría precio. Imagínense los mismos hechos contados desde voces narradoras distintas, desde espacios morales diferentes. Es más, se podrían haber vendido juntos, en una caja, de manera que el lector pudiera acudir a uno u otro en función de su estado de ánimo o de su estado civil.

Pero parece que no es posible. Usted llama a la Casa Real para decir que quiere escribir una biografía de la Reina y lo primero que le preguntan es si es del Opus. Para la del Rey, en cambio, basta con ser Villalonga (o Vilallonga, ahora no caigo). Quiere decirse que los personajes (los reales y los de las novelas) no buscan a sus autores de forma alocada. Hay un cálculo de intereses, éste me conviene, éste no. Imagínense a Madame Bovary contada por Pilar Urbano. Habría resultado, tratándose de la misma persona, una historia completamente diferente. El punto de vista, el emplazamiento de cámara, la mirada: he ahí el secreto. Si eres Madame Bovary, has de tener mucho valor para dejarte narrar por Pilar Urbano. Si eres Reina de España, has de estar loca para dejarte narrar por otra persona que no sea Pilar Urbano.

El debate, desde el punto de vista literario, es apasionante. A mí, como novelista, me vienen a buscar los personajes más tirados. Todavía estoy esperando que se me aparezca, no una reina, sino un ministro, un secretario de Estado, un director general? Nada de eso, sólo demandan mis servicios personajes desequilibrados, bebedores o fumadores compulsivos, mujeres solas, angustiadas, hombres que se encuentran al borde mismo de la locura. ¿Pero qué he hecho yo para merecer esto? Lo que daría por vivir una segunda vida en plan Pilar Urbano. Oiga, que quiero escribir una biografía de la reina. Pase usted, mire, esta foto es de cuando lloré en un funeral. Qué tierno, por favor.