1. Ante el anuncio de compra de activos financieros "sanos" a bancos y cajas por parte del Gobierno, el secretario de Estado de Economía, David Vegara, se mostraba contrario a hacer pública la lista de los que acudirán a la subasta, para no "estigmatizarlos".

Este señor nos dice: oigan, vamos a coger el dinero de todos ustedes, pero no pregunten a donde va a parar. Si comparamos con lo que pasa fuera, el Banco de Inglaterra publicará: la lista de bancos que se acogen a las ayudas, las cantidades prestadas, cuándo se hicieron, etc. En cambio, nuestra entidades no dudan en incluir a particulares y empresas en sus listas de cobros dudosos (RAI). En ese caso, al parecer, el estigma es menos dañino.

2. El objetivo del fondo, dijo Vegara, es conseguir refinanciación para facilitar créditos a empresas y familias. Todo apunta a que las medidas van en otra dirección. Primero, que las entidades financieras puedan arreglar sus urgencias (recordemos los vencimientos a cumplir con el exterior, este año y el que viene); después, que las mismas entidades solventen el "gran problema": evitar la ejecución de créditos concedidos a las constructoras. Por poner un ejemplo, el mayor banco del país se ha gastado cerca de 3.000 millones de euros en comprar vivienda a las inmobiliarias. Se impide, así, otra Martinsa que estropee los balances del "mejor sistema financiero de la comunidad internacional".

PD. ZP quiere ir a Washington para hacer oír "la voz de la socialdemocracia" y evidenciar el "fracaso" del pensamiento económico neoconservador. Antes de eso, podría pasarse por Berlín: allí, con un gobierno presidido por la conservadora señora Merkel, la crisis financiera les ha afectado más que aquí, pero mientras su paro ha bajado durante el último año, aquí ha pasado del 8% al 11.3%.