Se me había olvidado comentar lo de las vesículas y lo de los móviles de usar y tirar. Nada tiene que ver una cosa con la otra, excepto que venían en el mismo paquete, es decir, en la misma página del periódico, lo que sin duda debe de significar algo. Si el cartero nos entrega un sobre en cuyo interior, al abrirlo, encontramos una vesícula y un teléfono, nos rompemos la cabeza buscándole un sentido, intentando asociar una cosa con la otra. Pues a esto es a lo que se dedica un servidor, a romperse la cabeza con las noticias que vienen en la misma página. A veces, después de haberse roto el cuerpo entero, no le encuentra sentido a nada. Sé que las vesículas fueron arrebatadas del interior de sus cuerpos a través del ombligo, gracias -decía la noticia- a una técnica "poco invasiva" llamada laparoscopia (no confundir con paraloscopia, que no existe).

Poco invasiva, poco invasiva, no sé... Para mí el ombligo es sagrado. No me gusta que me metan ni me saquen cosas por él. Sólo la idea de que me hurguen en esa cicatriz fundacional me produce escalofríos. Desde aquí digo que si algún día me tienen que sacar la vesícula, que lo hagan de un modo más invasivo, por el culo, con perdón, si fuera preciso, pero el ombligo ni tocarlo. Hay quien para limpiarse la muela del juicio se mete un palillo por el oído, en la convicción de que se trata del camino más corto. Quizá sea el más corto, pero es el más doloroso también.

En todo caso, me guste o no me guste, admito que sacar vesículas por los ombligos representa un avance médico considerable. Lo que no entiendo es que junto a esa noticia venga la de los teléfonos móviles de usar y tirar. Vale que representa un avance científico el hecho de que después de hablar con tu madre arrojes el teléfono a la basura. Lo admitimos, sí, como constituyó un progreso la aparición del pañuelo de papel, que le evitaba a uno ir todo el día con restos orgánicos en el bolsillo. Pero no conseguimos averiguar qué rayos tiene que ver aquel progreso de la medicina con éste de la telefonía. A menos, claro, que la llamada de tu madre fuera para comunicarte que le acababan de sacar la vesícula por el ombligo. Acabáramos.