Ya está aquí, llegó hace algunos meses y ha venido para quedarse varios años. Era esperada y hubiese preferido que llegase unos años antes, pues no seria tan dura ni tan larga como la que llega ahora.

El insostenible ciclo económico basado en el consumo interno y el excesivo endeudamiento empresarial y familiar, pone bien a las claras los errores que se han cometido, la avaricia de la entidades financieras por prestar dinero fácil hipotecando a miles de familias a las que van a asfixiar en los próximos años, convencidas de que sus viviendas valían más de lo que pagaban por ellas. Ahora llega la hora de los ajustes, el momento de la verdad y tendrán que decirles que se han equivocado, que sus viviendas en el mejor de los casos valen solo entre un 60 y un 70% de lo que pagaron.

El ajuste o devaluación de los activos ya se está produciendo en las bolsas y se trasladará muy pronto de forma real a los activos inmobiliarios, es una devaluación necesaria. Lo vivido en estos días con la inmobiliaria Martinsa-Fadesa ya le pasó hace unos meses a Colonial. Una cosa es el valor de los activos, que en ambos casos es muy superior a la deuda contraída y otra cosa es el precio que actualmente se paga por ellos, hay que ser valiente y realista, igual que hace años se publicaba a los cuatro vientos que la vivienda subía un 15%, ahora hay que decir también que valen un 30% menos que hace un año y eso hay que llevarlo a las cuentas de resultados de las empresas aunque sea doloroso, es la verdad del mercado libre y punto, cuanto mas se tarde en asumir, mas tiempo durará la crisis. Varios bancos y cajas lo pasarán mal, algunos desaparecerán, otros se fusionarán, los mejores saldrán adelante, otros serán comprados por entidades financieras de otros países (asiáticos y emergentes) a los que esta crisis no les afecta por disponer de gran cantidad de liquidez. Mientras que todo esto se produce aumentará considerablemente el paro y el cierre de compañías, la caída progresiva del consumo se acentuará y entraremos en una etapa de recesión al principio y de estanflación ( estancamiento económico y alta inflación).

Pocas soluciones existen actualmente para atajar la crisis actual globalizada que padecen las economías mas avanzadas, gracias al elevado estado del bienestar en que vivimos, una cura de humanidad nos vendrá bien. Digo y repito que no hay solución al problema porque los gobiernos no pueden hacer gran cosa por arreglar este desaguisado, no hay liquidez ni se puede disponer del dinero público para intentar ayudar a las empresas cuyos gestores no han sabido visionar el futuro, no es normal ni ético ayudar a unas empresas que han tenido una época boyante basada en especulación pura y dura en el momento que tienen problemas, igual que no se puede utilizar dinero de todos para compensar las equivocaciones de unos pocos, no podemos ahora rasgarnos las vestiduras pues todo lo que está pasando era previsible. Las medidas estructurales que deben tomarse, la rebaja de impuestos, el recorte necesario del personal y funcionarios de la Administración llegará tarde por parte de la acomodada clase política para hacer efecto a la grave crisis que se nos viene encima.

Una solución que no dañaría tanto a las familias, aunque sería muy impopular políticamente hablando, sería que España abandone el euro y regresemos a la peseta, una vez se produzca el cambio, una devaluación del 40% de la moneda volvería a colocarnos como un país atractivo a la inversión exterior que es la única que ahora podrá ayudarnos a salir de la situación actual.

Llevo tiempo siendo pesimista con la marcha de la economía española en particular y del modelo de crecimiento llevado a cabo por nuestros gobiernos desde el 96, cuando comienza el ciclo económico. Ahora vemos lo que se ha conseguido en estos años de bonanza económica para unos pocos, hemos llenado el país de viviendas que se quedan vacías, hemos convertido buena parte de nuestro litoral en almenas de adosados y edificaciones varias, hemos hipotecado la vida de infinidad de ciudadanos, de los más jóvenes, haciéndoles creer que teniendo una vivienda en propiedad se acabarían sus problemas y hemos creado cientos de miles de puestos de trabajo mileuristas, además de haber facilitado la entrada masiva de emigrantes que una vez consumida la tarta no sabemos que hacer con ellos.

Perdónenme pero no puedo ser optimista.

De todas formas a pesar de que preveo una crisis larga y dura, seguro que se saldremos de ella una vez pase la tormenta y el sol volverá a brillar con fuerza.

Otra cosa que me preocupa, y no entiendo como el Banco de España no tiene nada que decir, es el alto interés que varias entidades bancarias están ofreciendo por el dinero de los ahorradores, sabiendo que el precio del mismo en Europa está en el 4,25%, es ciertamente asombroso que se esté diciendo que no existe ningún problema de liquidez y ver las fachadas de bancos y cajas ofreciendo rentabilidades que solo invitan a la preocupación.

*Delegado en Galicia de Renta 4