¿Se puede hablar en una sección que pretende ser positiva, animosa, lúdica, frugal... de alguien que se nos fue para siempre? Pues claro que se puede porque debiéramos aprender a ver la muerte como algo siempre doloroso pero normal, porque es de las pocas cosas que no tienen discusión en nuestra vida. Lo digo porque quiero recordar a un hombre que se nos fue en Vigo hace unos días con 90 años, que yo conocí poco pero siempre me asombró por su vivacidad, por su entusiasmo por la vida y por el inmenso amor a su pareja 50 años después (¿o más?) de casarse con ella, ahora que todos nos casamos y descasamos por un quítame allá esas pajas. Él era Manolo Franco Soto, creo que tiene al menos dos hijos médicos, y ella es Maruxa Mariño, que estará estos días echando en falta tanto amor de viejo compañero insobornable. Yo quisiera hacer, hablando de él, un homenaje a todos los que nacieron en su tiempo, que se comieron el marrón de una guerra que les partió la vida pero le echaron arrestos para seguir peleando por ella, para no perder el humor y la ilusión, para amar siempre a los suyos y a los demás. Me envía una nota su amigo, Manuel Lamas, presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos del Seminario de Tui, donde él tambien estuvo: "Tenía una paz que se contagiaba, su familia era para él un regalo y su Maruxa, una samaritana que había llegado a su vida cuando más lo necesitaba". Manolo, aquí sigues.

Y llega "deboCaenboca"

Claro hay que seguir, oye, sin perder la alegría, y por eso os cuento de Pepe Cadavedo, al que tantos conocisteis en su larga etapa radiofónica y otros muchos por su trabajo como publicista en lo gastronómico, o por su presidencia de los Amigos de les Fabes, o por la alegrías que organiza o las francachelas en que participa. Pues digo que el lunes comienza en Televigo "Debocaenboca", un programa gastronómico que aparecerá tras el telediario de las 9 y, repetido, a las 2.30 de la tarde del sábado. En la bodega ce una marca, en un restaurante... allí estará él con las cámaras.

De cenar, hay muchos modos

Y que me encontré en la calle currando, guapísima como siempre, a Elena Piñeiro, presienta de Hoy por Mañana, la asociación de padres y amigos de niños con parálisis cerebral. Claro, le dije que estaba bombón y ella aprovechó para decirme: "Déjate de lisonjas y cumple viniendo a la cena". La cena es esa benéfica anual de esta asociación, con la que recauda fondos para sus diferentes programas y a la que muchos vigueses no faltáis por arrimar el hombro a las buenas causas, esas imposibles sin vuestra colaboración porque Papá Estado no da para tanta providencia. Así que le hago caso y os recuerdo que la cena la tenéis el 9 de mayo en el Club Financiero, que el cubierto será de 45 euros y que puedes colaborar aunque no vayas desde la Fila 0. ¿Un teléfono de reserva? 986 261 098.

Crítica de lo convencional

Y que me llega a las manos un opúsculo, qué bien me suena, pero lo digo de otro modo: una separata del nº 72 de la publicación gallega "A trabe de ouro". El texto es de mi amigo Ángel Núñez Sobrino, y es una de esas delicadezas literarias suyas que pueden ir desde un estudio sobre los signos secretos de Compostela o las iglesias medievales de Dios sabe dónde hasta apuntes arqueológicos o una crítica de lo convencional. Desmontar el convencionalismo es una vía para desprestigiar los modos rígidos de conducta y a ello se aplica en este opúsculo Ángel, profesor de Filosofía en Santa Irene de Vigo.