Ramón Torralbo, entrenador de la nueva campeona olímpica de altura, Ruth Beitia, declaró que la atleta española tuvo en la final olímpica "la suerte del campeón" y destacó que con 37 años "ha estado entrenando con la ilusión de una júnior".

Torralbo temió, por momentos, que le ocurriera como en los Juegos de Londres, donde Beitia perdió la medalla olímpica en el último momento. "Me vino a la cabeza lo de Londres porque allí también pasaron cuatro. Estábamos con medalla hasta el último momento y al final nos superaron y quedamos los cuartos. Cuando aquí he visto que iban cuatro a los dos metros he dicho: ojalá nos toque esta vez la cara, y esta vez la suerte nos ha acompañado a nosotros. La suerte del campeón", comentó el técnico.

Torralbo valoró los éxitos de este último ciclo olímpico. "De estar retirada, a ser este su mejor año, el más completo porque ha sido subcampeona del mundo en pista cubierta, campeona de Europa y ahora campeona olímpica". "Con 37 años es difícil conseguir todo eso", subrayó. "Pero se lo merecía porque es una gran profesional, ha trabajado estos cuatro años con la misma ilusión de una júnior y esa vitalidad la tenía aquí".

A su juicio, la clave de la victoria, en una final muy igualada con las cuatro primeras en 1,97, fue no cometer fallos. "Saltar todo a la primera, sobre todo el 1,97, es lo que ha presionado al resto, ha sido la única que no llevaba ningún nulo en 1,97. Yo pensaba que saltar la primera podía ser un inconveniente porque las otras iban por detrás (en el orden de salto) y si fallas las motivas, pero al ir saltándolo todo, la presión fue para ellas".

"Ver que pasó con facilidad el 97 me ha dado mucha tranquilidad", dijo.