La sudafricana Caster Semenya, campeona mundial de 800 metros en 2009, bajó su récord personal hasta 1:55.28 y se proclamó campeona olímpica con gran autoridad sobre el resto, avivando la polémica sobre el hiperandrogenismo que padece.

La burundesa Francine Niyonsaba llegó a continuación en 1:56.49 y la keniana Margaret Wambui completó el podio con 1:56.89, igualmente récord personal.

Invicta durante en ocho carreras este año, Semenya -plata en Londres 2012, tras la rusa Mariya Savinova- llego a Río con el título africano y la mejor marca mundial en diez años: 1:55.33, conseguida en Mónaco. Ahora la ha mejorado, incluso.

Sus marcas han vuelto a ser inalcanzables para sus rivales y amenaza incluso el récord mundial, que lleva 33 años en poder de Jarmila Kratochvilova (1:53.28).