La selección serbia masculina de waterpolo se proclamó campeona olímpica después de derrotar a Croacia (7-11), oro en Londres, en los Juegos de Río de Janeiro, mientras que Italia conquistó la medalla de bronce después de derrotar a Montenegro (10-12).

El combinado serbio, comandado por un excelso Dusan Mandic -autor de cuatro goles-, manejó el duelo en el Centro Acuático y se mantuvo siempre por delante, mientras que la defensora del título trataba sin fortuna de reducir distancias, que se volvieron insalvables a partir del tercer cuarto.

El buen trabajo de Branislav Mitrovic bajo palos, con 12 paradas de un total de 19 lanzamientos, fue vital para que el equipo de Dejan Savic armase una ventaja de cuatro tantos al término de los terceros ocho minutos, una losa imposible de levantar.