Támara Echegoyen destacó ayer tras la 'Medal Race' que "sería ridículo no llorar en este momento" después de la decepción que ha supuesto. "Esto es el deporte, unas veces se gana y otras veces se pierde". "Lo único es que Berta y yo dimos todo lo que pudimos y me voy a casa contenta por haber luchado hasta el último metro, que no muchos lo pueden decir", apunta.

Echegoyen, sobre el desarrollo de la 'Medal Place', en la que quedaron séptimas, dijo que "la salida no fue perfecta pero en la regata se dieron otras oportunidades de luchar con las demás pero hubo opciones y no se pudo superar a la danesa porque las otras dos se habían escapado". La pontevedresa explicó que en la salida que "el barco británico perdió el control" y que tuvieron que hacer una maniobra "para evitar la colisión", aunque no ha querido poner excusas. "Independiente de una medalla o no, del futuro no es el momento de hablar", dijo para concluir que "no cambio por nada estos tres años maravillosos que llevo con Berta".