Saúl Craviotto y Cristian Toro celebran la medalla de oro en Río 2016. // Efe

El gallego Cristian Toro, en su debut olímpico, le ha dado a Galicia su primera medalla en los Juegos Olímpicos de Río después de imponerse en la final del K2 200 metros junto a su pareja de embarcación, Saúl Craviotto. Ambos se suben al podio después de completar una remontada en la calle 5 con un tiempo de 32,075 segundos.

"Tengo muchos sentimientos encontrados, no sé si llorar o reír", decía minutos después de terminar la carrera. "Salimos bien, aunque por el viento y el sistema no se escucha la señal. Sabíamos que somos más rápidos en la segunda parte, así que cuando vimos nuestro momento estábamos listos para empujar", describió el ya campeón olímpico.

Su madre, tampoco pudo contener la emoción al ver cómo su hijo se alzaba con el oro olímpico en su primera participación en unos juegos. "Te quiero mucho", tan sólo alcanzaba a articular.

La leyenda del deporte español David Cal no dudó en elogiar el logro de Cristian Toro y Saúl Craviotto. "Se les ha visto muy bien, ganaron muy sobrados y ya pintaba la cosa bien", confesó el cangués, que se acordó de Sete Benavides: "Me queda pena por Sete, tenía opción de medalla y tuvo muy mala suerte; ahora hay que animarlo para que siga trabajando", matizó.

Un oro que se intuyó en semifinales

Su dominio de la prueba quedó claro en la clasificatoria de ayer dónde ganaron su manga con un tiempo de 31.161 segundos, evitando el trámite de las semifinales. El dúo cumplía así en la sede de Laguna Rodrigo de Freitas con las expectativas creadas. Precisamente, Craviotto destacaba después de clasificarse que se habían "sacado un peso de encima". "En la salida no he tenido buenas sensaciones, en el ritmo medio estaba un poco nervioso, la primera carrera es la más nerviosa para mí", comentó al terminar la carrera.

A Cristian Toro y a Saúl Craviotto los separan siete años desde su nacimiento. El gallego de 24 años y el catalán, natural de Lérida, de 31. El primero aspira a ser policía, mientras que el segundo ya ostenta dicho cargo. Se juntaron por primera vez en el pasado mes de noviembre y en apenas nueve meses, han sido capaces, junto a su entrenador Miguel García -con Saúl lleva desde que este era júnior y con Toro desde 2012-, de construir un barco ganador. El primer paso en firme fue el pasado mes de mayo durante los Preolímpicos celebrados en Duisburgo (Alemania), donde arrasaron para sorpresa de sus adversarios. Ambos construyen un binomio perfecto: Craviotto aporta la experiencia y Toro, la ilusión y una fuerza desmesurada.