Marcus Cooper reconoció que el oro no entraba en sus planes de la competición brasileña y que su mirada estaba puesta, en realidad, en Tokio 2010. "Tengo 21 años y soy joven. Aspiraba a los Juegos Olímpicos de Tokio a largo plazo. Pero me hice la pregunta de por qué no ir a Río y busqué la clasificación y poder estar. Y no solo me clasifiqué, sino que he ganado el oro", dijo.

"Se trata de creer en uno mismo. No tenía nada que perder y mucho que ganar. No he tenido que esperar a Tokio. No solo me he clasificado sino que he ganado el oro. Era mi sueño desde que tenía 12 años y me apunté a piragüismo. Ahora, intentaré seguir así en otros ciclos olímpicos", advirtió.

Sobre la estrategia a seguir antes de la final, Cooper dijo que lo importante para él era controlar los nervios: "Lo más complicado fue mantener los nervios. Sé que tengo muy buen final y esa es la estrategia que tengo. Es el mejor momento de mi vida".