Otro diploma olímpico pondrá en las próximas horas rumbo a Galicia. Su portadora vuelve a ser Teresa Portela. La canguesa repite el botín cosechado en Londres hace cuatro años, pero las sensaciones son completamente distintas. El podio estuvo más lejos que en la cita británica, pero la morracense se siente "realmente feliz". La remera de Aldán usó su perfil en la red social Instagram para agradecer el apoyo recibido y destacar que el sexto puesto logrado en Rio le "sabe bien porque no me dejé nada", señala Portela.

Su equipo, el Club de Mar Ría de Aldán, se abarrotó este martes para vivir una nueva final olímpica de su remera. Teresa Portela llegó a la final con serias opciones de cumplir el sueño de convertirse en medallista olímpica, pero volvió a quedarse a las puertas del podio. La morracense reconoce que "la medalla es lo más deseado para cualquier deportista", pero aboga por quedarse con una excelente trayectoria que le ha permitido ser una de las mejores palistas del mundo y, además, competir en cinco Juegos Olímpicos.

Teresa Portela concluye su post dando las gracias a su gente. Desde su hija o su marido pasando por su familia, su entrenador o su fisioterapeuta. La canguesa destaca también este último ciclo olímpico, cuatro años en los que ha sido madre y logró el billete para sus quintos Juegos 17 meses después de dar a luz. No hubo medalla, pero como señaló la propia Portela minutos después de la regata final del K1 200: "A veces sólo valoramos las medallas. La remera, de 34 años, concluía su intervención en la Cadena SER afirmando que todavía no se plantea si pretende competir dentro de cuatro años en los Juegos de Tokio.