El sueño acabó. La selección española femenina de rugby 7 llegó a Río, disfrutó y plantó cara a una todopoderosa Australia en cuartos de final pero tendrá que conformarse con el diploma olímpico tras caer por un 24-0. El combinado de José Antonio Barrio, con las coruñesas Paula Medín y Vanessa Rial, dice adiós a los Juegos con la cabeza alta.

Las Leonas consiguieron meterse en cuartos tras vencer a Kenia (19-10) en el inicio de la jornada. No lo tenían fácil pues ya habían caído ante Francia y Nueva Zelanda en la primera jornada, en ambos casos con claridad en el marcador. Las españolas debían ser una de las dos mejores terceras que accederían a la siguiente ronda. Brasil, pese a su triunfo, fue la peor, por lo que las puertas de cuartos se abrieron para las españolas. La eliminatoria les aguardaba algunas horas más tarde.

Ilusión y ganas, ante todo. Pero con Australia como rival, el billete para semifinales se alejaba peligrosamente. Las australianas son las únicas que han sido capaces de cuestionar el reinado mundial de las neozelandesas durante los últimos años. Aunque en el grupo Australia había cedido un empate con Estados Unidos, lograr la sorpresa se antojaba poco menos que una misión imposible para España.

Cuando sonó el pitido inicial del choque, las españolas aguantaron bien en defensa, intentando cerrar todos los huecos posibles. Sin embargo, la rápidez de las australianas cayó como un jarro de agua fría y acabó con el sueño olímpico. La superioridad del rival aumentó a medida que pasaban los minutos. Al descanso, el marcador mostraba un duro 12-0. Aún así, Barrio siguió animando a sus chicas y su "a por todas" motivó a sus pupilas, que rozaron un ensayo una vez se reanudó el choque, pero la árbitro consideró que la española había cometido avant antes de posar. Le bastó ese aviso al combinado australiano para lanzarse a por el partido y conquistarlo.

Australia vuelve a confirmar que es una de las selecciones candidatas al oro olímpico junto con Nueva Zelanda. Las semifinales, su premio. El de España, el diploma olímpico. El de Rial y Medín, el orgullo de formar parte de los Juegos Olímpicos de Río. Pero aún queda un último paso, el de luchar por el quinto puesto de la clasificación. El espectáculo continúa hoy.