Begoña Fernández (Vigo, 1980) logró la medalla de bronce hace cuatro años con la selección española de balonmano. Una selección en la que, ya retirada, ejerce de embajadora. Tras ser madre recientemente animará a las "Guerreras" desde casa y confía plenamente en las opciones del plantel de Jorge Dueñas.

- Queda muy poco para que las "Guerreras" vuelvan a la acción en una cita olímpica, ¿qué sensaciones tiene al no poder estar allí en Río con ellas?

- Tengo nervios. Estoy muy ilusionada y tengo un sentimiento realmente extraño. Confío plenamente en las "Guerreras" y sé que lo van a hacer muy bien. Aunque siempre hay que ser un poco cautos porque los primeros partidos de cada campeonato siempre son un poco raros, y más en unos Juegos Olímpicos, porque tienes muchas ganas de hacerlo bien. Yo creo que es un equipo que tiene suficiente experiencia y muchas opciones de estar ahí y espero que arranquen con buen pie.

- Primer partido ante Montenegro, rival que las privó de luchar por el oro en los Juegos de Londres...

- Montenegro es un rival bastante fuerte. Son las actuales subcampeonas olímpicas, pero es cierto que en los últimos partidos de las "Guerreras" contra la selección de Montenegro la historia fue bastante diferente. Siempre hemos conseguido victoria. Pero bueno, cada campeonato es diferente y aunque creo que tienen opciones de llevarse la victoria, va a ser un partido muy complicado. Aunque empezar los Juegos Olímpicos con un plato fuerte tampoco está nada mal.

- Además de Montenegro, tendrán que enfrentarse también a rivales de la talla de Noruega, Rumanía, Brasil y Angola.

- Le llamamos el "grupo de la muerte" porque tenemos al actual campeón del mundo (Noruega) y a las anfitrionas. Es un grupo bastante fuerte porque exceptuando a Angola, que es la selección más asequible, el resto tienen todas opciones claras de poder aspirar a las medallas. No dejan de ser cinco favoritos para cuatro plazas. Esperemos que salgan las cosas bien y que no peguemos ningún resbalón.

- ¿Superar esta fase de grupos puede hacer que España llegue fortalecida a las siguiente ronda?

- Al final no hay que por bien no venga. Quizá la parte positiva de empezar en un grupo tan fuerte sea que en caso de pasar a cuartos el cruce pueda ser un poco más asequible, pero bueno, eso ya es hablar por hablar porque en este tipo de competiciones, como en todas, hay que ir paso a paso, tener los pies en el suelo e ir partido a partido porque pueden pasar muchas cosas

- En esta ocasión, le tocará de ejercer de embajadora desde la distancia...

- Sí, pero las chicas saben que estoy con ellas a muerte y para mí es algo muy especial estar aquí y verlas. Es un grupo al que le tengo mucho cariño, confío al cien por cien en ellas y creo que lo van a hacer genial.

- ¿En estos días revive todo lo que vivió hace cuatro años en Londres?

- Sí, lo revivo y tengo una sensación extraña porque mi vida ha cambiado muchísimo desde entonces, ya no solo por el hecho de retirarme, sino porque he sido mamá también. Estar disfrutando de mi pequeñajo y venirme esos sentimientos tan a flor de piel con el tema ahora de los Juegos pues te hace recordar muchas cosas y tener un poco de morriña. Pero bueno, yo ya estoy en otra fase de mi vida, también especial, disfrutando mucho, aunque se te ponen también un poco los dientes largos, pero bueno ésta ahora es una forma diferente de disfrutar de tu deporte y de tu equipo.

- ¿Qué recuerdos guarda con más cariño de aquella experiencia olímpica?

- Tengo recuerdos por etapas, desde ese Preolímpico que recuerdo con mucho cariño porque nos dio la oportunidad de clasificarnos para los Juegos, y en el que sentí una felicidad indescriptible. Después, tuve que asimilar que por fin iba a estar en una Villa Olímpica, que era como otro sueño cumplido. Y luego, claro cuando tienes el gran privilegio de subirte al podio y recoger esa medalla, eso ya fue increíble. Creo que en ese momento me sentía la mujer más feliz del mundo.

- En su papel de embajadora, ¿qué consejos les ha dado a sus compañeras que ahora están en Río?

- Les he dicho que disfruten y que vayan paso a paso. Que estén concentradas. Porque al estar en la Villa, rodeadas de tantos deportistas, que al final son tus ídolos, como Nadal, Gasol?, tienes que tener la cabeza muy fría y los pies en el suelo para no descentrarte, para saber por qué estás ahí. Es complicado, pero algo positivo que tiene este grupo es que ya tiene la experiencia de los Juegos de Londres y esa es una experiencia ganada y por eso estoy segura de que lo van a hacer muy bien.

- ¿Qué le han contado sobre Río?

- Las chicas están bien, contentas y concentradas en lo que tienen que estar. Han llegado con mucha ilusión, están disfrutando mucho y deseando que llegue la competición para hacer un buen papel. Al final el hecho de haber estado ya la mayoría en los Juegos anteriores te da ese puntito de madurez y experiencia que te hace saber gestionar cualquier contratiempo que se pueda presentar.