Una impecable actuación del dúo formado por Andrea Fuentes y Ona Carbonell le ha permitido colgarse la medalla de plata en una reñida competición en la que se impusieron por 30 centésimas a China. La medalla de oro fue para la pareja rusa.

En el momento justo, la pareja de catalanas ofreció lo mejor. Eran conscientes de que para superar la ventaja de las chinas, una décima de punto, se tenían que dar dos condicionantes: mejorar la actuación de la víspera y también que el sorteo les beneficiara. Ambas se dieron. La interpretación del tango ´La cumparsita´ estuvo a un nivel superior y el sorteo €nadaron las undécimas, las chinas séptimas€ también les fue favorable.

Las españolas sabían que había llegado el momento de la verdad. Anna Tarrés, su entrenadora, las motivó con un vídeo de superación, que recogía los casi 200 kilómetros del Camino de Santiago recorrido por todo el equipo en octubre pasado. "El vídeo era una pequeña metáfora del Camino de Santiago que hicimos, esas etapas al final que tanto costaron con desmayos y lloros incluidos", ha explicado Fuentes. Carbonell ha añadido: "Lo que nos enseñó aquella experiencia es que teníamos que disfrutar del camino y es lo que hemos hecho hasta el último momento. Ahora estamos satisfechas de haber vivido este año al máximo".

Entrenado lo técnico, recuperado el físico, lo importante era el factor emocional. Llegar con el punto justo de tensión, pero sin angustia. La tarea del equipo técnico y de Andrea Fuentes ha sido fundamental para insuflar confianza a Ona Carbonell.

Fuentes es una veterana, la capitana del equipo, la sustituta de Gemma Mengual, con quien ganó muchas batallas. Carbonell una novata, una nadadora con una enorme proyección que afrontaba su segunda gran competición y su primera cita olímpica.

Fuentes, que ya ha sumado tres platas en dos Juegos Olímpicos, tiró del carro y Carbonell respondió. El resultado fue redondo. Una interpretación que mejoró en 900 milésimas, casi un punto, la puntuación que arrastraba de la rutina técnica.

Una gran puesta en escena y una sincronización más enérgica y sin errores. Cuando saltaron a la piscina, justo después de que la pareja rusa formada por Natalia Ischenko y Svetlana Romashina hubiera realizado su tercera exhibición que las llevaba hasta la medalla de oro, las españolas parecían convencidas.

Sabían que para ganar tenían que conseguir como poco 96,880 puntos, después de que el dúo chino formado por Xuechen Huang y Ou Liu hubiera mejorado también su puntuación tras firmar 96,770 puntos.

Exultantes tras conocer el resultado, las españolas han conseguido su tercera medalla consecutiva en unos Juegos. A las dos de plata logradas en Pekín (dúo y equipos), se le suma la de ayer. En todas ellas ha participado Andrea Fuentes, que con tres platas se convierte en un referente, una cifra que seguramente incrementará con la que España puede obtener en el ejercicio por equipos que da comienzo dentro de dos días.

La medalla de oro fue para las inalcanzables rusas. Ischenko y Romashina juegan en otra liga y su ejercicio, caracterizadas de muñecas diabólicas, es impresionante y mereció 98,900 puntos.