Usain Bolt, el ser humano más rápido del planeta (9.58), se enfrenta hoy a la defensa de su corona ante la amenaza que constituye el joven Yohan Blake, compatriota y compañero de entrenamientos a las órdenes de Glenn Mills. Se espera con ansia la carrera de esta noche. Primero porque los aficionados quieren comprobar el nivel de Bolt después de un mes alejado de los focos después de que Blake le derrotase en los trials jamaicanos. Aquello fue mucho más que un aviso. Bolt comprendió que la amenaza era mayor de lo que cabría esperar y se tomó en serio la situación. Esta noche, con ambiente fresco, se sabrá si ha dado resultado el trabajo realizado en las afueras de Londres.

Las eliminatorias de ayer eran un buen momento para tener algún dato más o menos exacto sobre las posibilidades de unos y otros. Se trataba de intuir cosas, gestos. Nadie perseguía grandes cronos aunque al menos las carreras de ayer sirvieron para entender que la pista es más bien rápida y la posibilidad de un crono escandaloso sobrevuela el estadio.

Gay, recuperado de su operación de costilla, fue el primero en actuar. Con viento contrario de 1,4 metros, ganó fácilmente la primera serie en 10.08 segundos.

A continuación, su compañero de equipo, el renacido Justin Gatlin, impresionó en la segunda, no ya por su registro (9.97), sino por su vistosa capacidad de propulsión.

Mejor tiempo

En la tercera, Ryan Bailey, tercer estadounidense sobre el papel, requirió su porción de protagonismo con la mejor marca de su vida (9.88), aprovechando una ráfaga de viento favorable de 1,5 metros.

Y llegó el turno de Usain Bolt, en la cuarta serie. Vestido de amarillo refulgente, procedió a su acostumbrado ritual de gestos, frotándose la cabeza antes de afirmarse en los tacos de salida y paseó su gigantesca figura por la calle siete hasta acabar primero con 10.09.

El siguiente fue su compatriota Asafa Powell, que compartió serie con el ídolo local, Adam Gemili, de 18 años. El jamaicano, antecesor de Bolt como plusmarquista mundial, partió algo lento (166 milésimas) pero venció en 10.04, seguido de Gemili (10.11).

Y por último, Johan Blake, la nueva sensación de la velocidad mundial, el hombre que ha hecho morder el polvo a Bolt dos veces este año, en 100 y en 200. Notablemente más musculado que el pasado año, clavó un crono de 10.00 con viento favorable de 1,3.

Ninguno había querido descubrir sus cartas ni desperdiciar un solo átomo de energía en una prueba que registra el nivel más alto de la historia aunque al final todo el mundo estará pendiente del duelo entre Bolt y ese prodigio lleno de músculos que es Yohan Blake. Aunque parezca increíble el joven de 21 años aparece como el favorito a la victoria después de lo visto hace casi dos meses. A las ocho y media de la tarde correrán las semifinales y casi a las once de la noche se desvelará uno de los grandes enigmas que en estos momentos encierran los Juegos Olímpicos. Bolt nunca ha llegado tan exigido. Un buen momento para demostrar de qué está hecho.