No ocupará un lugar relevante en el seno de la filmografía del cineasta, porque hay que hilar muy fino para que Woody Allen supere fácilmente su excelente legado, pero sí tiene virtudes de peso y, sobre todo, bucea en unas aguas poco exploradas por el autor de Annie Hall y Manhattan.

El dato más relevante es que ha vuelto a recurrir al puro drama, con influencias además del cine negro, cosa poco frecuente, situando en primer plano a los personajes femeninos, especialmente a una Ginny, incorporada por una magnífica Kate Winslet, que pasa a ocupar por derecho propio la privilegiada galería del autor de mujeres con entidad propia.

Lo único que podría reprochársele es que la presión de hacer un largometraje cada año y el hecho de que en 2017 haya tenido el plus de elaborar 'Crisis en seis escenas', una serie de seis capítulos para televisión, que ha interpretado, escrito y dirigido, hace complicado que disfrute de la serenidad necesaria para forjar una obra maestra.

Pero hay cosas que siguen devolviéndonos al creador más brillante y lúcido, incluida una ambientación exquisita en el parque de atracciones de Cony Island de mediados de los cincuenta, recreado con una impagable fotografía de Vittorio Storaro. Es mediante ella que se forja una estética impecable, en donde la luz natural de tonos amarillos y rojos oscuros fluye de la iluminación de los interiores. Es el adecuado complemento que ha empleado Allen para acercarse al máximo a dos mujeres, la citada Ginny, y Carolina, a las que el amor va a empujarlas a un drama irreversible.

Ginny trabaja en un restaurante y se ha casado con Humpty, el maduro empleado que cuida del tiovivo del parque, que trata de superar la trágica pérdida de su primera esposa, de la que nació una hija, Carolina, con la que rompió relaciones cinco años atrás. El cuadro familiar se completa con el pequeño Richie, hijo de Ginny y Humpty, que arrastra serios problemas psicológicos que le llevan a provocar incendios. Los conflictos se encadenan a partir, primero, del romance de Ginny con Mickey, un joven escritor que hace labor de socorrista en verano y, segundo, de la aparición inesperada de Carolina en casa de su padre, perseguida por dos mafiosos que la siguen con intenciones nada amistosas. La temperatura sube entonces de inmediato hasta niveles preocupantes.