En este año 2017 que ahora termina, Sarah Manning y sus clones se despidieron de la audiencia tras cinco temporadas trepidantes. Los productores de 'Orphan Black' terminaron de contar la historia de Sarah y sus "sestras", aunque sin cerrar la puerta del todo a poder retomar a los personajes en un futuro en la gran pantalla. Esta serie canadiense de BBC America está distribuida en España por Netflix, donde se ofrece la serie al completo a sus abonados y que puedan maratonearla. Para quienes no hayan visto nada de 'Orphan Black', la serie nos presenta a una delincuente de de poca monta, Sarah Manning (interpretada por Tatiana Maslany), que un día encuentra en el metro a una mujer exactamente igual que ella y que se suicida ante sus ojos. Para escapar de su complicada vida, Sarah decide suplantar su identidad.

Pero sale del fuego para caer en las brasas, ya que se ve envuelta en el centro de una gran conspiración, en la que una malvada corporación ha estado haciendo experimentos de clonación humana y algunos de sus dobles están siendo asesinadas. Sarah se enfrenta al hecho de que es un clon y de que por distintas partes del mundo hay varias mujeres que son exactamente igual que ella y que están siendo perseguidas-controladas-manipuladas por las mismas personas que las crearon.

Uno de los puntos fuertes de la serie es la interpretación de Tatiana Maslany que llega a encarnar hasta a seis personajes simultáneamente en pantalla, todas ellas con parecidos rasgos físicos pero con muy direrentes personalidades. De esta manera, no sólo tenemos a Sarah, la delincuente que trata de rehacer su vida. El primer clon que conoce es a Beth Childs, la mujer que se suicida delante de ella y que resulta ser agente de policía. Pero también tenemos a Alison Hendrix, la ama de casa que sólo aspira a una vida dedicada a su familia. A Cosima Niehaus, la científica del grupo, abiertamente lesbiana y muy inteligente. A Helena, que es uno de los clones que más evolucionan de temporada a temporada, ya que comienza la serie siendo una neurótica asesina. A Rachel Duncan, la villana corporativa que es una de las mayores antagonistas de la familia de los clones.

A Krystal Goderitch, una chica algo choni que trata de investigar la conspiración de los clones y que nunca llega a enterarse de todo lo que está pasando, pero que a menudo coloca a la familia de manera involuntaria en situaciones comprometidas al sacudir el avispero cuando no toca por culpa de sus pesquisas de aficionada. La actriz, que hasta antes de esta serie sólo había hecho películas de poca monta en Canadá, hace de todas y cada una de ellas y de otros personajes (según mis cuentas a lo largo de toda la serie aparecen hasta catorce clones suyos). A veces vemos a varias de ellas conversando entre sí en pantalla, logrando que el espectador se olvide de que se trata de la misma intérprete.

Todas tienen vidas separadas, con entornos de amigos que a menudo son ajenos a la conspiración de los clones, por lo que muy a menudo, rizando el rizo de la interpretación, Sarah o alguno de sus dobles tienen que hacerse pasar por uno de ellos para suplantarlo ante su círculo de amistades. La actriz sabe transmitir que se trata de un clon tratando de imitar los rasgos de personalidad del otro. La labor de Tatiana Maslany fue premiada en los Emmy del año pasado, al recibir el galardón como mejor intérprete en 2016. Este año lo tenía un poco más complicado al competir con Elisabeth Moss en 'The Hadmaid's Tale' y con Claire Foy en 'The Crown', aunque no ha llegado a estar nominada.

Creada por John Fawcett y Graeme Manson, 'Orphan Black' es una serie que combina las intrigas y las secuencias de acción con momentos de comedia. Ciencia ficción con toques de serie B y novelas pulp, con secundarios solventes y villanos que llegan a ser de opereta pero consiguen ser muy inquietantes. Hay muchos giros de guión, personajes que cambian de bando, traiciones, alianzas inesperadas y alguna que otra muerte traumática. Las investigaciones de Sarah la llevan a descubrir que sus dobles forman parte de algo llamado Proyecto LEDA. Nuevas sorpresas llegarían en la tercera temporada al revelarse la existencia de otro proyecto similar, pero con clones masculinos, llamado Proyecto Castor.

Las cinco temporadas se convierten en una montaña rusa con un episodio final que se aleja de ese ritmo frenético, para mostrarnos la vida en familia de los clones tras en el enfrentamiento con los neolucionistas, los villanos de la historia. Este grupo se dedica a infringir todos los límites éticos de la experimentación científica, haciendo extrañas mezclas genéticas de humanos con otras especies y llegando a clonar personas. Los títulos de los episodios son citas de la obras de Charles Darwin, de Francis Bacon y hasta de La isla del doctor Moreau de H. G. Wells. De hecho, toda la última temporada es un homenaje a esta novela.

Los duplicados son considerados como una propiedad y no hay ningún reparo en eliminarlos cuando se convierten en una amenaza para la organización. La historia de Sarah y sus clones no sólo trata de la búsqueda de su identidad y sus propósitos, sino también la de recuperar su libertad y su dignidad tras haber sido tratadas como meros objetos por una corporación sin escrúpulos. Por ello, el mejor homenaje que podía hacer Tatiana Maslani a sus clones es el de dotarlos de una gran humanidad y conseguir que los veamos, no como cosas, sino como personas diferentes. Sarah y sus clones han encontrado su camino en la vida y quién sabe si en algún momento volveremos a encontrarnos con ellas en nuevas aventuras.