El presidente ruso, Vladímir Putin, inició hoy su reunión con su colega francés, Emmanuel Macron, en el Palacio de Constantino, situado en las afueras de San Petersburgo.

Antes de sentarse a conversar en la residencia marítima del jefe del Kremlin, ambos mandatarios dieron un largo paseo por los jardines del palacio imperial y departieron junto a los canales que van a dar al Golfo de Finlandia.

En ocasiones, Putin y Macron no recurrieron a la ayuda de los intérpretes que les acompañan, según se pudo ver por la televisión rusa.

Según informó el Kremlin, en la reunión se abordará la situación en torno al acuerdo nuclear iraní, recientemente abandonado por EEUU, la escalada de la tensión en Oriente Medio y los conflictos sirio y ucraniano.

Rusia y Francia coinciden en la necesidad de mantener el acuerdo alcanzado en 2015 entre Irán y el 5+1 (los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU - EEUU, Rusia, Francia, Reino Unido y China- más Alemania) para poner bajo control el programa nuclear de Teherán.

Sin embargo, Putin se ha manifestado a favor de salvarlo sin cambios, mientras que Macron propone ampliarlo para introducir nuevos controles a Irán.

El presidente francés -que se reunió la primera vez con Putin hace un año en Versalles- viajó San Petersburgo acompañado por una amplia delegación de empresarios de grandes compañías con intereses en Rusia, como Total, Engie, Danone o Société Géneral.

Rosatom, la agencia atómica de Rusia, planea firmar acuerdos por unos 1.000 millones de dólares con empresas francesas del sector. El presidente de Rosatom, Alexéi Lijachov, indicó que los interlocutores de estos acuerdos son empresas francesas líderes en el mercado de la energía como EDF, Shneider Electric, Areva u Orano, según informó en una entrevista con la televisión pública rusa.