La controvertida Gina Haspel, de 61 años, se convirtió formalmente ayer en la primera mujer en dirigir la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense, al ser investida por el presidente Donald Trump. El proceso de confirmación de Haspel en el Senado desató una espectacular controversia por la implicación de la funcionaria en la aplicación de brutales métodos de tortura por parte de la CIA hace una década. Haspel pasó gran parte de su carrera en la CIA como agente en operaciones encubiertas, de forma que su llegada al tope de la agencia marca una trayectoria poco común. Trump. Pompeo y Pence asistieron a la toma de posesión.