Estados Unidos amenazó ayer a Irán con "las sanciones más fuertes de la historia" si no cumple con sus condiciones draconianas para alcanzar un "nuevo acuerdo" nuclear tras la retirada del pacto multilateral proclamada por el presidente Donald Trump.

"Aplicaremos una presión financiera sin precedentes sobre el régimen iraní", dijo el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, al describir la "nueva estrategia" de Washington para contrarrestar el régimen islámico de Teherán, que calificó como el principal patrocinador mundial del terrorismo.

"¿Quién eres tú para decidir de parte de Irán y del mundo?", reaccionó el presidente iraní Hassan Rohani, un moderado que el secretario de Estado puso en el mismo plano que a los duros del régimen.

"El mundo de hoy no acepta que Estados Unidos decida por el mundo. Los países tienen su independencia", señaló Rohani en un comunicado emitido por varias agencias de noticias iraníes.

En su primer gran discurso sobre política exterior desde que dejó la dirección de la CIA para encabezar el Departamento de Estado, Pompeo criticó la laxitud del pacto de 2015, diseñado para evitar que Irán desarrolle un arma nuclear, y prometió "aplastar" a los agentes iraníes y a los representantes del movimiento chiita Hezbolá que operan en todo el mundo.

"El aguijón de las sanciones se volverá más doloroso si el régimen no cambia el rumbo del camino inaceptable e improductivo que ha elegido para sí mismo y para el pueblo iraní", dijo en el conservador centro de reflexión Heritage Foundation.

Pompeo dijo que Estados Unidos levantaría sus sanciones si Irán pusiera fin a su programa de misiles balísticos y dejara de intervenir en conflictos regionales, desde Yemen a Siria.

"Irán se verá obligado a tomar una decisión: pelear para mantener su economía a flote en el país o seguir desperdiciando preciosas riquezas en las peleas en el extranjero. No tendrá los recursos para hacer ambas cosas", aseguró.