Los líderes del Reino Unido, Francia y Alemania acordaron ayer pedir una ampliación del acuerdo nuclear alcanzado con Irán en 2015 para que cubra asuntos como el programa balístico o la influencia de Teherán en Oriente Medio. "Se han comprometido a seguir trabajando juntos estrechamente y con EE UU para estudiar cómo afrontar toda una serie de cuestiones relacionadas con Irán que podrían ser cubiertas en un nuevo acuerdo", explicó el Gobierno británico en una nota emitida tras una conversación telefónica entre los tres dirigentes.

En ella, Theresa May, Emmanuel Macron y Angela Merkel coincidieron en que el acuerdo es la mejor vía para impedir que Irán tenga armas nucleares; lo que no obsta para que ahora consideren que debería ampliarse para abarcar también el programa balístico iraní y las actividades del régimen para "desestabilizar la región". En concreto, en la guerra en Siria, donde es aliado de Damasco y Rusia, y en Yemen, donde respalda a los "huthis" en contra de los intereses de Arabia Saudí.

Exigencia

Con su movimiento de ayer, las tres potencias europeas se alinean, siquiera parcialmente, con el presidente de EE UU, Donald Trump, quien exige renegociar el acuerdo, en un intento de que el magnate no lo abandone el próximo 12 de mayo. De hecho, el nuevo secretario de Estado de EE UU, Mike Pompeo, no ocultó ayer en Arabia Saudí, principal socio árabe de Washington en la región y máximo rival de Irán, que Washington se retirará del pacto si no consigue mejorarlo.

En Riad, Pompeo arremetió contra Teherán y no menos contra el acuerdo de 2015, que a su juicio "ha fallado" en el objetivo de "moderar" el régimen iraní, al que acusó de "desestabilizar toda la región".

Comportamiento

"Irán solo se ha comportado peor en muchas áreas desde la firma del acuerdo", lamentó el exdirector de la CIA. Anunció, entonces, que Estados Unidos trabajará con sus socios europeos para "readecuarlo" y que, de no ser esto "posible", se retirará.

Más tarde, llegado a Israel, y en rueda de prensa con el "premier", Benjamin Netanyahu, dijo que es preciso "detener" a Irán "por la escalada de su agresión" en Yemen y Siria.

Pero el presidente iraní, Hasán Rohaní, advirtió que el pacto no es "negociable".