El Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) eligió ayer a Andrea Nahles, combativa exministra de Trabajo, como la primera mujer al frente de esa formación en sus 155 años de historia, que la convierten en el partido más antiguo de Alemania. Fiel al SPD durante décadas, y conocida por discursos en los que golpea el atril, esta madre soltera de 47 años se une en la cima de la política alemana a la canciller, Angela Merkel, quien lidera desde hace 18 años el otro gran partido, la CDU democristiana. Hasta ahora, Nahles presidía el grupo parlamentario socialdemócrata

"Hoy estamos rompiendo el techo de cristal en el SPD, y el techo permanecerá abierto", dijo la nueva líder en la ciudad de Wiesbaden, donde los socialdemócratas celebraron un congreso extraordinario para elegir nueva dirección, tras la dimisión el pasado febrero de Martin Schulz, después de que finalmente el SPD acordase renovar la gran coalición con la CDU. Tras las elecciones de septiembre de 2017, Schulz había asegurado que el SPD pasaría a la oposición.

Bien conectada dentro de su partido, Nahles, exlíder de los "jusos" (las juventudes socialistas), ganó la elección con un 66% de apoyos, derrotando a Simone Lange, de 41 años, expolicía y alcaldesa de la localidad de Flensburgo, en el estado de Schleswig-Holstein. Nahles contaba con el apoyo unánime de la cúpula del partido mientras que Lange es relativamente poco conocida en su formación.

El resultado de Nahles contrasta con el 100% obtenido un año antes por Schulz, diferencia que se explica porque esta vez había la candidatura alternativa de Lange, y también por la frustración del partido que en las elecciones generales de septiembre cayó a su mínimo histórico, con un 20,5% de votos.

Avance de populismos

Antes de la votación, Nahles había pedido el voto a los delegados en una vibrante intervención en la que hizo equilibrios entre la posición de partido gobernante del SPD y las críticas a sus socios de Gobierno de la CDU, además de alertar del avance de los populismos en Europa. El partido ultra AfD, de resonancias filonazis, es el primero de la oposición en el Bundestag.

Nahles alternó los ataques al presidente de EE UU, Donald Trump, con las críticas a la política migratoria del ministro del Interior, el bávaro Horst Seehofer, representante del partido hermano de la CDU, la CSU, que constituye el ala más derechista del bloque conservador.

Haciendo alarde de su reconocido vigor oratorio y también de una lengua afilada que no rehuye el riesgo de resultar a veces incluso estridente, Nahles explicó que su tarea más inminente es renovar el Partido Socialdemócrata, una misión que reconoció compleja dada la posición del SPD de socio del Gobierno de Merkel. "Juntos, lo conseguiremos. Os lo prometo".