Estados Unidos no espera "mayores libertades" para los cubanos bajo la presidencia de Miguel Díaz-Canel, dijo ayer un funcionario de la Casa Blanca. El Gobierno de Donald Trump, pues, "no tiene intención de suavizar su política hacia el Gobierno comunista de la isla". "Seguiremos siendo solidarios con el pueblo cubano en su demanda de libertad y prosperidad", agregó.

Trump prometió que se seguirá "ocupando" de Cuba, tras el revelo en la Presidencia, durante una breve visita a los Cayos de Florida. Antes, el Departamento de Estado había pedido al nuevo mandatario de la isla que "escuche" el deseo del pueblo cubano de un país "más libre y democrático", que mejore su calidad de vida y acabe con la "represión".

De su lado, el presidente ruso, Vladimir Putin, felicitó al nuevo mandatario caribeño y expresó su "convencimiento" de que bajo su Presidencia, "el país continuará avanzando hacia los objetivos proclamados por la revolución cubana".

Además, "mostró su disposición a un estrecho trabajo conjunto para continuar reforzando la asociación estratégica entre Rusia y Cuba y la cooperación en todos los ámbitos".

La UE espera que el diálogo con Cuba iniciado con el primer acuerdo bilateral en 2016 "continúe y se profundice" tras la designación de Díaz-Canel. Bruselas "toma nota" del relevo, pero no fue "más lejos" en el comentario sus consecuencias.