Arabia Saudí ha lanzado esta semana un mensaje de aproximación a Israel que carece de precedentes y confirma el giro hacia el Estado judío para hacer pinza contra Irán. En una entrevista con la revista estadounidense "The Atlantic", el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, hombre fuerte del régimen, proclamó no tener "ninguna objeción" religiosa a la existencia del estado de Israel. "Creo que palestinos e israelíes tienen derecho a tener su propia tierra", afirmó el príncipe en la entrevista.

Para el heredero, que reclamó un pronto acuerdo de paz, la única preocupación es que se garantice el estatuto de la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, ciudad anexionada por Israel y tercer lugar santo del islam.