Rusia saludó ayer con optimismo la cumbre del líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente chino, Xi Jinping, en Pekín y ve en el encuentro un "paso importante" para afianzar tendencias positivas en la península de Corea.

Moscú asegura que Rusia tiene la intención de seguir cooperando con la solución de la crisis en esta región "exclusivamente por medios político-diplomáticos mediante el diálogo directo entre todas las partes implicadas".