La Policía israelí recomendó ayer que se siente en el banquillo al primer ministro, Benjamin Netanyahu, por actos de corrupción relacionados con dos casos sacados a la luz tras dos años de investigaciones que en diversos momentos han causado enfrentamientos públicos entre el mandatario y las autoridades policiales.

"La Policía ha concluido que hay suficientes pruebas contra el primer ministro para procesarlo por aceptación de sobornos, fraude y abuso de confianza", indicó un comunicado policial.

"Esas recomendaciones no tienen ningún valor jurídico en un país democrático", declaró Netanyahu en una alocución televisada. La decisión de procesar a Netanyahu, de 68 años, depende ahora del fiscal general, Avishai Mandelblit. La ministra de Justicia, Ayelet Shaked, aseguró que un primer ministro inculpado no está obligado a dimitir.

En el primero de los casos denunciados por la Policía, Netanyahu es acusado de haber recibido regalos por importe de hasta 250.000 dólares de parte de acaudaladas personalidades, como James Packer, un multimillonario australiano, o Arnon Milchan, productor de cine israelí que trabaja en Hollywood.

La Policía también estima que hubo corrupción en el acuerdo secreto que Netanyahu intentó alcanzar con el propietario del "Yediot Aharonot", el más importante diario israelí, para lograr una cobertura favorable a sus intereses. Hay un tercer caso, por el presunto cobro de comisiones en la adquisición de submarinos alemanes, en el que aún no ha sido oficialmente involucrado.

A la cabeza del gobierno desde 2009, tras un primer mandato entre 1996 y 1999, Netanyahu ya superó los once años en el poder.

Sin rival aparente, podría batir el récord de longevidad en el poder del histórico David Ben Gurión, fundador del Estado de Israel, si la actual legislatura llega a su término, en noviembre de 2019.