La directora adjunta de la ONG Oxfam, Penny Lawrence, renunció ayer a su cargo tras asumir su "entera responsabilidad" por el escándalo desatado después de que el pasado viernes trascendiese que dirigentes de la organización recurrieron a servicios de prostitutas en Haití y los pagaron, cuando lo hicieron, con fondos de la organización.

Según desveló "The Times", después del terremoto de 2010 que devastó Haití, grupos de jóvenes prostitutas, algunas de ellas menores, fueron llevadas a casas pagadas por esta organización en la isla. Una fuente citada por el medio aseguró haber visto imágenes de una orgía en la que las trabajadoras sexuales portaban camisetas de Oxfam.

El diario volvió al caso este lunes, estimando que la ONG "ignoró advertencias previas" y nombró responsable en Haití al belga Roland van Hauwermeiren, "a pesar de las preocupaciones por su comportamiento hacia las mujeres" durante su trabajo previo en Chad.

La bola de nieve ha ido creciendo desde el viernes, entre advertencias del Gobierno británico a Oxfam y cascadas de explicaciones de la ONG que desembocaron ayer en la dimisión de Penny Lawrence. De hecho, se estima que el caso de Oxfam no es un incidente aislado. La ex secretaria de Estado de Desarrollo Internacional Priti Patel afirmó, por ejemplo, que los casos de abusos sexuales no afectan solo a las ONG, dando a entender que también estarían implicados departamentos gubernamentales. "El mismo secretario general de la ONU declaró el año pasado que hay al menos 120 casos (detectados), que implican a más de 300 personas, y eso es solo la punta del iceberg", explicó Patel a Radio 5 de la BBC.

La actual secretaria de Estado de Desarrollo Internacional británica, Penny Mordaunt, se reunió ayer con dirigentes de Oxfam a quienes exigió toda la información relacionada con el caso, bajo amenaza de cortar la financiación a la ONG. Oxfam recibió en subvenciones de Londres 35,7 millones de euros en 2016 y 2017, el 8% de sus recursos anuales.