Los senadores demócratas anunciaron ayer a media tarde que se aprestaban a dar su brazo a torcer votando una prórroga presupuestaria hasta el 8 de febrero que permita levantar cuanto antes el cierre ( shutdown) en el que entró la Administración a medianoche del pasado viernes, dejando a cientos de miles de empleados en sus casas y sin sueldo.

A cambio de la prórroga, los senadores republicanos se han comprometido a estudiar en ese plazo un plan de inmigración. El plan debe hacerse cargo de la situación de los dreamers, los 800.000 irregulares que llegaron a EE UU siendo niños y se encontraban protegidos por el plan DACA, promulgado por el expresidente Obama, hasta que Trump lo suspendió en 2017.

El acuerdo fue anunciado por el líder de la minoría demócrata en el Senado -que agrupa a 49 de los cien senadores-, Chuck Schumer, quien aseguró: "Tras varios contactos, ofertas y contraofertas, el líder republicano (Mitch McConnell) y yo hemos alcanzado un acuerdo. Vamos a votar la reapertura del Gobierno para seguir negociando un acuerdo global". El entendimiento fracasó el viernes porque Trump exigía que en el Presupuesto se incluyesen 18.000 millones de dólares para el muro con México. A cambio, los demócratas exigían que se garantizase la situación de los dreamers pero Trump había colocado una "línea roja" en inmigración que no fue posible superar.

Tras la votación en la Cámara Alta -donde se requiere el apoyo de 60 senadores-, el texto de la prórroga debía pasar de nuevo, la pasada madrugada, a la Cámara de Representantes, ya que el texto que esta aprobó el jueves ha cambiado.

La suspensión de actividades no esenciales iniciada el viernes a medianoche es la primera que conoce EE UU desde 2013. Se da la circunstancia de que es la primera vez que una administración republicana cierra teniendo el control de las dos Cámaras. Esta situación pone de relieve el frágil entendimiento entre Trump y los congresistas, acentuado por la perspectiva de las elecciones legislativas de medio mandato, que se celebrarán el próximo 6 de noviembre con los demócratas favoritos para hacerse con la Cámara.