El ala más a la izquierda del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) comenzó ya a maniobrar ante la inminencia de un acuerdo con los conservadores que lidera Angela Merkel para reeditar la "gran coalición", después de que los socialdemócratas obtuvieran los peores resultados desde 1933.

La cúpula que negocia con los conservadores no tendrá nada fácil convencer a los delegados que votarán sobre esta propuesta el 21 de enero y después por correo, una vez concluyan las negociaciones formales para la formación de coalición. El líder de Jusos, las juventudes socialdemócratas, Kevin Kuehnert, inició ya una gira nacional con el lema "No-GroKo" (No gran coalición) para convencer a los dirigentes regionales de que no voten a favor del pacto. "Hay que evitar fortalecer a la derecha" o "el SPD debería ser siempre un bastión contra la derecha" son algunas de las consignas en boca de los socialdemócratas que rechazan un acuerdo que, de consumarse, dejaría como principal partido de la oposición en el Bundestag al ultraderechista Alternativa para Alemania .

El preacuerdo de coalición incluye peticiones socialdemócratas como un incremento de 5.950 millones de euros en educación, investigación y digitalización hasta 2012, ampliación de los derechos de cuidado infantil y el compromiso de fomentar la cohesión de Europa con mayores aportaciones alemanas al presupuesto comunitario. Sin embargo, destacados socialdemócratas, escépticos sobre el acuerdo, consideran que el pacto no incluye concesiones significativas y temen que una nueva gran coalición difumine aún más la identidad del SPD.