El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que cancela su viaje oficial a Londres y ha justificado su decisión por el rechazo a la venta de la sede de la Embajada estadounidense, cuya decisión ha atribuido a su antecesor en la Casa Blanca, Barack Obama, cuando fue adoptada en la etapa de George W. Bush.

"La razón por la que he cancelado mi viaje a Londres es que no soy un gran fan del hecho de que la administración Obama haya vendido la que quizá es la mejor localizada y mejor embajada en Londres por unos "cacahuetes" solo para construir una nueva en las afueras por 1.200 millones de dólares", ha escrito el mandatario norteamericano, en un mensaje publicado en su cuenta personal de Twitter.

Trump ha dicho que la venta de la sede de la legación diplomática estadounidense en la capital británica fue un "mal acuerdo". "Quieren que la haga trizas. ¡No!", ha concluido Donald Trump.

El presidente de Estados Unidos ha dicho que fue Obama quien adoptó el "mal acuerdo" para la venta de la Embajada estadounidense en Londres pero, según consta en la web de la legación diplomática, la decisión la tomó el Departamento de Estado en la etapa final de George W. Bush en la Presidencia.

El Departamento de Estado anunció en octubre de 2008, cuando Bush era presidente, que iniciaba los trámites para vender la sede de la Embajada estadounidense en Londres y para construir una nueva legación en Wandsworth, un municipio de la periferia de la capital británica.

"Afrontando el desafío de conseguir una sede diplomática estadounidense segura, abierta y moderna, el Departamento de Estado ha firmado hoy un acuerdo condicional con la inmobiliaria Ballymore para adquirir un terreno en la zona de Nine Elms, en Wandsworth, para la construcción de una nueva embajada", anunció en octubre de 2008 la legación diplomática estadounidense en Londres.

"El edificio actual de la Embajada será ofrecido para la venta de forma casi inmediata", concluye el comunicado publicado el 2 de octubre de 2008 por la Embajada estadounidense en la capital británica, un mes antes de que Barack Obama lograra su victoria en las presidenciales en noviembre y tomara posesión de su cargo el 20 de enero de 2009.

En noviembre de 2009, ya con Obama en la Presidencia, la venta de la sede actual de la Embajada se adjudicó a una compañía inmobiliaria qatarí.

El viaje de Trump a Reino Unido habría sido su primer desplazamiento oficial como presidente estadounidense al país pero venía marcado por la polémica porque no iba a ser recibido por la reina Isabel II, como suele suceder en la primera visita de un jefe de Estado de Estados Unidos.

La primera ministra británica, Theresa May, invitó a Trump a Londres durante su visita a la Casa Blanca, encuentro que tuvo lugar poco después de que el magnate republicano asumiera el cargo el 20 de enero de 2017.